San Pedro Sula, Honduras.
Cerca de 9,000 hondureños han sido deportados en lo que va del año desde Estados Unidos.
Semanalmente, el Centro de Atención al Migrante Retornado (Carm) recibe entre siete y cinco vuelos con al menos 130 compatriotas cada uno.
Sor Valdette Willeman, coordinadora del Carm, manifestó que la mayoría de los repatriados son hombres entre 18 y 40 años, originarios de los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Olancho.
“Son vuelos grandes, hay días en los que están aterrizando hasta dos vuelos. Seguramente van a seguir viniendo muchos más, ya que en los Estados Unidos es un año de política. No sabemos si el candidato que gane vaya a favorecer o perjudicar a los hondureños”, expresó.
Willeman informó que hasta ahora no ha habido un aumento en la cantidad de compatriotas deportados en comparación con el 2015, por lo que esperan cerrar el año con unos 20,000 retornados.
Fabricio Osorio, médico del Carm, explicó que la mayoría de los retornados presentan enfermedades en las vías respiratorias debido al clima al que se exponen al cruzar la frontera. “También vienen con enfermedades gastrointestinales por la mala alimentación que tienen, además de eso, muchos de ellos se ven obligados a tomar agua sucia en el transcurso de la ruta migratoria”.
Cerca de 9,000 hondureños han sido deportados en lo que va del año desde Estados Unidos.
Semanalmente, el Centro de Atención al Migrante Retornado (Carm) recibe entre siete y cinco vuelos con al menos 130 compatriotas cada uno.
Sor Valdette Willeman, coordinadora del Carm, manifestó que la mayoría de los repatriados son hombres entre 18 y 40 años, originarios de los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Olancho.
“Son vuelos grandes, hay días en los que están aterrizando hasta dos vuelos. Seguramente van a seguir viniendo muchos más, ya que en los Estados Unidos es un año de política. No sabemos si el candidato que gane vaya a favorecer o perjudicar a los hondureños”, expresó.
Willeman informó que hasta ahora no ha habido un aumento en la cantidad de compatriotas deportados en comparación con el 2015, por lo que esperan cerrar el año con unos 20,000 retornados.
Fabricio Osorio, médico del Carm, explicó que la mayoría de los retornados presentan enfermedades en las vías respiratorias debido al clima al que se exponen al cruzar la frontera. “También vienen con enfermedades gastrointestinales por la mala alimentación que tienen, además de eso, muchos de ellos se ven obligados a tomar agua sucia en el transcurso de la ruta migratoria”.
