El Gobierno y la Policía Nacional no les quieren dar ningún tipo de ventaja a los enemigos de la democracia ni a los delincuentes comunes.
Con el propósito de garantizar la seguridad de los ciudadanos que han afirmado su compromiso de votar el 29 de noviembre, la Secretaría de Seguridad realizará un desarme general que comenzará la próxima semana, anunció el ministro de la Presidencia, Rafael Pineda Ponce.
La medida fue acordada la noche del jueves en Consejo de Ministros que encabezó el presidente interino Roberto Micheletti.
La disposición será ejecutada por la Policía Nacional a partir del lunes 23 de noviembre, confirmó el ministro.
“El desarme general empezará el 23 del presente mes y terminará hasta los primeros días de diciembre, si es conveniente”, indicó el funcionario. La medida implica que cualquier arma será retenida por las autoridades y, en caso de que el portador cuente con respectivo, la Policía deberá registrarla y entregarla.
Retendrán armas legales
Pineda Ponce explicó que la medida se aplica “simplemente para que durante esta etapa pueda circularse con tranquilidad o por lo menos con menos riesgo de que una persona, de repente en estado de ebriedad o en estado de protesta social, pueda actuar con un arma contra otra persona”, expuso.
“El propósito, naturalmente, es que no haya circulación de armas y personas armadas por todas partes del país, no importa si tienen o no permiso de portación (...), el arma será retenida, naturalmente registrada y oportunamente devuelta a su dueño”, puntualizó.
Las medidas empleadas por el Ejecutivo responden a las reiteradas amenazas de personas que se quieren oponer al proceso electoral.
El depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya y sus seguidores han llamado a boicotear las elecciones, pero insisten en que no promueven la violencia.