Pocas posibilidades tiene de prosperar la propuesta de los transportistas de que las autoridades otorguen una rebaja sustancial al precio de los combustibles, de acuerdo con la ministra de Finanzas, Rocío Tábora.
La funcionaria explicó conceder dicha petición provocaría un desequilibrio en las finanzas del gobierno, lo que obligaría a efectuar recortes presupuestarios en diversas dependencias.
“Hay que fortalecer los recursos para pagar medicinas, maestros, médicos y poder garantizar el apoyo en los programas esenciales que son responsabilidad del gobierno”, acotó Tábora.
La ministra agregó que rebajar el impuesto que se carga al precio de los combustibles implica hacer recortes “ya sea en el plan de inversión pública o en materia de las transferencias que se hacen a municipalidades o a la Universidad”, dando pie a crear conflictos con otros sectores que verían mermados los recursos que tienen presupuestados.
Transportistas y gobierno se dan tregua de 48 horas.
Tábora concluye que si de todos modos se decide la reducción de los impuestos a los combustibles, la siguiente cosa que habría que decidir es a quiénes se rebajaría los recursos que el Estado dejaría de percibir.
“Este es un tema que aún con todas las medidas de austeridad que el gobierno pueda tomar, siempre terminaría afectando la inversión pública o los recursos para (…) educación, salud, seguridad y defensa”, advirtió la funcionaria.