Entre las graduadas de este año, Heysy Rivera destaca como ejemplo de esfuerzo, pues para poder coronar su carrera en una universidad privada tuvo que trabajar como barbera.
No solamente logró su sueño de graduarse como Licenciada en Gerencia de Negocios pagando sus estudios con el dinero que gana como barbera, sino que obtuvo una distinción por su elevado índice académico.
Desde hace cinco años Heysy trabaja cortando el cabello y la barba de los caballeros que llegan como clientes a la barbería María Elena, ubicada en el barrio Guamilito.
La joven de 22 años estudió en la UTH y su sueño de vestir la toga de graduada se hizo realidad el 5 de diciembre, gracias al esfuerzo de su trabajo.
'Desde niña mi mami me enseñó a cortar cabello. Lo primero que aprendí fue a cortar barbas y a hacer limpiezas faciales, que son las cosas más difíciles en este trabajo', expresó la joven.
Recuerda que el asilo de ancianos fue el lugar donde realizaba sus prácticas de aprendizaje, cortando la barba y el cabello de los abuelos.
Compañeros y clientes
Tenía que madrugar para poder estar a las siete de la mañana en la Universidad, pues vive en la colonia Lempira en la carretera hacia occidente. Al terminar sus clases, en horas de la tarde, regresaba para atender a sus clientes.
Meses después comenzó a estudiar en horas de la noche para dedicar mayor tiempo a su trabajo.
'Heysy es como una más de las jóvenes que laboran en la barbería, patrimonio de su madre, quien se siente orgullosa del triunfo de la muchacha. Algunos de los compañeros universitarios de la joven que conocen su trabajo ya se han convertido en clientes del lugar. 'Me gusta que ella me atienda porque tiene experiencia y es más cuidadosa', expresó Omar Estrada, un parroquiano que viaja desde Villanueva a la barbería. Ahora que tiene un título que la respalda, ella dice que va a poner en práctica sus conocimientos universitarios, instalando su propio negocio.
