06/12/2025
01:02 PM

Salvó 3 vidas antes de caer fulminado cumpliendo su deber

Estaba listo para ser ascendido a bombero permanente.

San Pedro Sula, Honduras.

“Fue un héroe desde que estaba en el vientre porque logró quedarse cuando yo no podía tener hijos”, comentó la madre del bombero voluntario Óscar Josué Aguilar, quien murió electrocutado el pasado sábado tratando de sofocar un incendio en una zacatera.

Hacía apenas un mes había logrado rescatar a tres personas que se estaban ahogando en el río Ulúa cuando fue víctima de una descarga de 4,300 voltios cerca de la estación de bomberos a la cual estaba asignado.

Maicito, como le decían por cariño, ingresó a esa estación de Villanueva cuando apenas tenía once años. Allí puso a prueba su espíritu humanitario, que manifestó desde que estaba muy pequeño.

Su madre Patricia Menjívar recuerda que cuando lo llevaba a San Pedro Sula quería que le diera dinero a todos los mendigos que encontraba en la calle. “Era muy bondadoso. A la gente que llegaba a la casa le regalaba la merienda que yo le preparaba para que llevara a la escuela”, comentó.

Su madre Patricia Menjívar se sintió confortada por los honores que se le hicieron al muchacho, quien murió electrocutado mientras trataba de sofocar las llamas de una zacatera en Villanueva, Cortés. Foto: José Cantarero
Como bombero se sentía feliz cuando hacía un acto heroico como el de aquella vez que estando en el puesto de socorro de El Manguito salvó de morir ahogados a dos adultos y un niño.

La tristeza lo invadió cierta vez que no pudo salvarle la vida a una mujer, quien murió en sus brazos luego de haber sido atropellada en la carretera que atraviesa Villanueva. Sin embargo, ese mismo día le tocó asistir a una mujer que dio a luz en una ambulancia de la Cruz Roja.

Resulta que él se transportaba en su motocicleta cuando los socorristas de la ambulancia, al verlo con su uniforme de bombero, le pidieron ayuda porque la mujer ya iba con los dolores y no podía esperar a llegar a un centro asistencial.

La satisfacción de haber traído una nueva vida al mundo compensó su angustia de haber visto expirar en sus brazos a la mujer atropellada, según le comentó después a su madre.

Era un excelente nadador y había sido certificado como bombero profesional.
La muerte lo sorprendió cuando estaba a punto de ser ascendido a bombero permanente, pues ya había cumplido sus 18 años y había sido certificado como bombero profesional, refirió José Ernesto Estrada, comandante de la estación.

El pasado sábado, Óscar y tres compañeros más fueron enviados a sofocar un incendio que se había desatado en una zacatera.

El fuego había debilitado la estructura de un poste de energía eléctrica que estaba en el lugar, a causa de lo cual se juntaron las líneas de alta tensión. La electricidad bajó hasta la tierra humedecida a través de los cables tensores que sostenían el poste, golpeando a Aguilar y a otro compañero que en ese momento sostenían la manguera.

Durante los actos en su honor, que tuvieron lugar en la comandancia, lo ascendieron a cabo.
Maicito murió pocas horas después en una clínica local.

Era el hijo único de doña Patricia, quien ha encontrado consuelo a su dolor en los buenos recuerdos que guarda de su muchacho.

Asimismo, dice que conservará hasta su muerte el casco y la bandera de Honduras que le entregaron el día del sepelio.