El reconocido defensor del medio ambiente, el sacerdote salvadoreño Andrés Tamayo, se naturalizó hoy como ciudadano hondureño, en un acto especial en el que participó el presidente Manuel Zelaya.
'Quiero expresar que estaré siempre en la defensa del derecho a la vida como derecho fundamental e inviolable', dijo Tamayo tras jurar como hondureño ante el ministro de Gobernación, Interior, Jorge Arturo Reina.
Inmediatamente después de este acto, el presidente Zelaya entregó personalmente al religioso, uno de los principales defensores del bosque en el departamento oriental de Olancho, la carta de naturalización.
Tamayo, quien actualmente se desempeña como cura párroco de la ciudad de Salamá, al norte de Olancho, es natural de San Pedro, San Vicente, El Salvador.
El religiosos vive desde hace 23 años en Honduras, donde encabeza el Movimiento Ambientalista de Olancho, MAO, en la región oriental del país.
El MAO es una coalición de agricultores de subsistencia, líderes comunitarios, organizaciones de derechos humanos y religiosos que defienden los recursos naturales contra la explotación descontrolada para fines comerciales.
Además, el religioso, que en varias ocasiones ha sido amenazado de muerte, preside un equipo de técnicos de diversas organizaciones ambientales y de derechos humanos del país que discuten contenidos claves de la nueva Ley Forestal con diputados del Parlamento.
Tamayo, de 47 años, ha ejercido desde 2002 presiones para que el Gobierno de Honduras reforme su política forestal y adopte una nueva ley de minería.
El departamento de Olancho, la región más extensa y de mayor biodiversidad en Honduras, conserva todavía una rica variedad de ecosistemas forestales, incluyendo los llamados 'bosques nublados'.
Esos ecosistemas son refugio natural de más de 500 especies de aves, mamíferos y una amplia variedad de plantas en peligro de extinción.