Al tercer día, después de la crucifixión, “ María Magdalena y la otra María”, según Mateo 28, decidieron ir al sepulcro y cuando llegaron observaron que la roca que había cubierto la puerta estaba separada.
Entonces, María Magdalena corrió a donde “ Simón Pedro y a donde el otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto”.
Al escuchar a María Magdalena, Simón Pedro y “el otro discípulo”, de acuerdo con los relatos de Mateo y también de Juan 20, salieron corriendo hacia la tumba. Llegaron, entraron y no encontraron el cuerpo de Jesús, solo los lienzos y el sudario “enrollado en un lugar aparte”.
Indistintamente de las traducciones y las versiones, la Biblia, en los libros de Mateo y Juan, narra de este modo la misteriosa desaparición del cuerpo del Mesías.
Sin embargo, el libro sagrado del cristianismo deja un cabo suelto: el destino del sudario.
A unos 2,000 años de la resurrección de Jesús, para millones de católicos la sábana que cubrió el cuerpo del Nazareno es el lienzo que se encuentra en la capilla real de la catedral San Juan Bautista de Turín, Italia.
Las evidencias científicas
La investigación científica de esta pieza comenzó luego de que, el 25 de mayo de 1898 el aficionado Secondo Pía le tomara fotos al lienzo y descubriera en los negativos la imagen de un nombre.
El Centro Español de Sindonología (CES, www.linteum.com) destaca que “la investigación más importante sobre la formación de la impronta de la “Síndone” la realizó en los años 70 un equipo de científicos del Proyecto de investigación de la Sábana de Turín”.
Esos científicos concluyeron que “es evidente que ha habido un contacto directo de la Sábana Santa con un cuerpo, lo que explica ciertas características tales como marcas, así como la sangre” de acuerdo con informes de la Asociación de Educación e Investigación de la Sábana de Turín (Stera).
Respecto a la antigüedad, los investigadores aún no han logrado establecer una fecha cercana a la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
 Fotos extraídas de la Asociación de Educación e Investigación de la Sábana de Turín muestran marcas que podrían ser de sangre, según investigadores.
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“Los resultados proporcionan pruebas concluyentes de que el lino del Sudario de Turín es medieval”, publicó la revista Nature el 16 de febrero de 1989.
“La Sábana es una tela de lino de varios siglos de antigüedad (...). La ciencia moderna ha dedicado cientos de miles de horas de estudio detallado e investigación intensa (...). De hecho, es la tela más estudiada de la historia de la humanidad y conocemos más sobre ella ahora que en ningún otro tiempo”, plantea la Stera
