Los enfermos renales en Honduras están al borde de la desesperación.
Nuevamente 800 pacientes de la zona noroccidente del país están en riesgo de morir por falta de eritropoyetina.
El Gobierno no ha hecho ni los mínimos esfuerzos por resolver la situación de los casi 1,400 enfermos de todo el país
que deben soportar la angustia por la escasez de materiales o medicamentos.
Cada semana estos enfermos deben ser sometidos a tres sesiones en la que se conectan por más de cuatro horas a una máquina de diálisis para limpiar las toxinas que el mismo cuerpo produce.
La ausencia de eritropoyetina puede producirles ciertos grados de anemia, debilidad muscular y la resistencia al ejercicio físico disminuye notablemente.
Este medicamentos no les ha sido proporcionado, según denunció Edwin Salazar, vicepresidente de la Asociación de Pacientes Renales.
“Hace seis meses estos pacientes han tenido problemas con la eritropoyetina, hace cuatro meses les llevaron 800 dosis, pero solo para una aplicación y ahora están nuevamente sin medicamento”, explicó. Salazar cuestionó la tardanza para analizar la propuesta de Ley de Pacientes Renales que ofrecería mayores beneficios a los enfermos.