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Castilla, histórico pueblo hondureño sumido en el abandono

  • Actualizado: 23 mayo 2014 /

La pobreza extrema, la falta de empleos y el cambio climático tienen sin esperanzas al sitio donde Cristóbal Colón tocó tierra firme por primera vez.

Puerto Castilla, Honduras.

Con una referencia histórica mundial, por haber sido el primer punto de llegada a tierra firme del navegante italiano Cristóbal Colón hace más de 500 años, hoy Castilla sufre la discriminación y el abandono de las autoridades y empresas que hace tres décadas le ofrecieron un futuro prometedor.

La pobreza extrema, el desempleo y el hacinamiento son problemas sociales que enfrenta esta comunidad, hogar de unas 300 familias.

“Aquí la situación es critica, nos levantamos todos los días a ver el mismo Castilla. Solo se nos ha prometido cosas y de mentiras estamos cansados”, expresó Lety Sandoval, una ama de casa de esta localidad.

Allí aseguran que no solo son víctimas de engaños y marginamiento, para más desgracia el mar se ha vuelto egoísta con sus pescadores al negarles el único sustento que habían tenido garantizado por años.

Acuerdos sin cumplir

La situación actual es un problema heredado desde que la comunidad fue desalojada hace 37 años de los predios donde hoy están las instalaciones portuarias.

La Empresa Nacional Portuaria (ENP) ofreció a los pobladores de aquel entonces construirles 250 viviendas dignas, darles trabajo y asignarles una área de territorio para que la nueva comunidad fuera levantada a un kilómetro de donde antes estaba. Han pasado tres décadas y estos ofrecimientos quedaron en simples promesas.

“Hay necesidad de expandir el territorio de la comunidad, hay casas donde actualmente viven hasta cuatro familias, y no hay respuestas aún a este compromiso firmado hace 30 años”, explicó Javier Hernández, vicepresidente del patronato de Castilla.

Aunque la comunidad tiene un sistema de aguas negras que fue donado por el Gobierno estadounidense hace unos seis años, y su calle principal que cruza los extremos del este y oste fue pavimentada recientemente por las autoridades locales, siguen demandando proyectos que mejoren las condiciones de vida a sus habitantes.

Por estos reclamos, los pobladores de Castilla han efectuado dos protestas esta semana. Ayer de nuevo fueron desalojados por impedir el acceso a las instalaciones de la Empresa Nacional Portuaria.

Los días parecen transcurrir sin esperanzas en una comunidad adonde en la mayoría de sus estrechas calles vaga el polvo, mientras en el poniente barcos de gran calado atracan para ser cargados de productos y minerales para ser exportados.

Este es el contraste que más indigna a sus moradores, que ven al otro lado la oportunidad de superar las penurias que viven; pero intereses mezquinos a la comunidad les han negado esa posibilidad. También se quejan porque la abundancia de peces que antes les ofrecía el basto mar que los rodea, ahora ha mermado, según creen, por efectos del cambio climático.

La pesca era la actividad que daba sustento a muchas familias de la localidad.