“No te rindas, pues en cualquier momento el viento puede cambiar de rumbo”. Una famosa frase de motivación que han puesto en práctica alumnos, padres de familia y personal docente del centro de educación básica Pablo Pérez Murillo, ubicado en aldea La Unión, municipio de Trinidad, Santa Bárbara.
Ellos llevan una década rogando que les reconstruyan la escuela, la cual está a punto de ceder, pero aunque solo han recibido promesas del Gobierno, no tiran la toalla.
El edificio que alberga el centro educativo es una bomba de tiempo, así han concluido las inspecciones.
Paredes a punto de caer y el techo podrido, que fácil podría sepultar a los alumnos, son solo algunos de los eternos daños de la escuela. “Todos los años hemos recibido promesas. En este Gobierno nos han dicho que ya estaba la reconstrucción, hasta se nos dijo que comenzaba en agosto del año pasado”, expresó Elvin Castellanos, subdirector de la escuela.
El pasado 15 de septiembre, los estudiantes marcharon con pancartas exigiendo la reconstrucción del edificio. Las autoridades tomaron cartas en el asunto. A la directora se le informó que en enero de 2025 iban a comenzar a construir de nuevo el centro educativo”, agregó.