La pequeña Dary Selim Miranda Pacheco, quien recibió el sábado pasado el riñón de su madre, por fin volvió a ver a sus padres y abuela paterna luego de pasar dos días sola en un dormitorio aislado y esterilizado.
Su madre Rosibel Pacheco fue dada de alta ayer en horas de la mañana. La pequeña será dada de alta mañana, ya que los exámenes que le realizaron ayer indican que todo anda bien, manifestó el nefrólogo Ovidio Calderón.
“Lo único que quiero es regresar a casa para ver a mis hermanos, los extraño mucho”, dijo Dary.
Además, señaló que, entre otras cosas, visitará la iglesia para agradecerle a Diosito que salió bien en la operación.
“Estoy feliz de volver a ver a mi pequeña, sólo hablábamos por teléfono”, comentó su padre, Wilmer Miranda. Doña Evangelina, abuela de Dary, nos comentó que como no la dejaban ver se iba por la parte del estacionamiento de la clínica que daba a la habitación de Dary y le tocaba la ventana diciéndole” “Aquí estoy amor, estoy contigo, saldrás adelante”.
La pequeña
Dary indicó que le estorban las sondas para orinar, pero hoy se las quitarán. También la niña siente dolores a consecuencia de la operación. Su madre también se fue de la clínica, algo inflamada y con dolores, pero feliz.
La niña cumplirá el martes sus 12 años y nos comentó sonriendo que comerá su pastel favorito y tomará refrescos en mayor cantidad, además dijo extrañar a su perro Rambo. “Lo que me alegra es que no me volverán a inyectar mis brazos, tengo muchos moretes”, apuntó Dary.
Asimismo, dijo haber comido muchas uvas, pues tenía prohibido comer antes de la operación; ahora sí podrá hacerlo. Tendrán que matricularla en la escuela, pero sus padres deberán pedir permiso para que se incorpore a clases a finales de marzo por el reposo de tres meses que tiene que seguir.

Dary y Rosibel Pacheco junto a tres de los especialistas que participaron en la cirugía.
Parte médico
Calderón explicó que Dary estará durante tres meses en vigilancia una vez por semana en San Pedro Sula con los especialistas, quienes verán cómo evoluciona el riñón, cuánto orina y que no tenga ninguna complicación, dado que en los primeros tres meses es cuando hay más riesgo de rechazo.
Si no se cuida hay más posibilidades de que surjan infecciones, aseveró Calderón. El segundo mes tendrá que venir a consulta dos veces por semana y a partir del tercer mes sólo una vez al mes.
Las enfermeras Ela Mendoza y Silvia David dijeron que le cumplieron a Dary el deseo que colocamos de titular en la publicación del sábado, en LA PRENSA, pues lo primero que tomó al salir de la cirugía fue un vaso grande con agua.
De alta
La madre y donadora del riñón de Dary, Rosibel Pacheco, se fue ayer a su casa de Siguatepeque con su esposo Wilmer y su suegra Evangelina Gómez. Con la pequeña Dary quedó una tía, Jackeline Miranda.
Su abuela y padre regresan hoy para llevársela mañana.