El poste ubicado en el bulevar que conduce al aeropuerto Ramón Villeda Morales, 1 calle, 12 y 13 avenidas NE, está a punto de venirse abajo.
Parece que la carga excesiva de los cables sobre el poste de madera lo dobló, la madera no resistió el exceso de peso y se dobló.
Los vecinos y peatones lo consideran un inminente peligro y temen que de repente caiga sobre alguien con toda su maraña de cables.
“Me da miedo pasar por ahí y que me caiga el poste encima”, dijo Elena Miranda, mientras caminaba por esa calle.
Los vecinos sugieren a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee, que tome medidas o aplique regulaciones para evitar accidentes o un cortocircuito.
Si el poste se cae, dejaría más de treinta casas sin fluido eléctrico u otros servicios indispensables, como el telefónico.
El problema con los postes averiados en la ciudad es que a veces sufren el impacto de vehículos en accidentes y quienes participan en ellos no se hacen responsables de los daños que ocasionan.
Además, la mayoría de los postes se encuentran sobrecargados de cables.