02/12/2025
10:22 PM

Polémicas de ministros reavivan críticas de nombramientos políticos

Desde que los ríos del sur fluyen hacia la capital hasta que se hincan pilotes de hospitales de dos kilómetros de profundidad y la libra de pollo cuesta siete lempiras, son declaraciones polémicas de actuales funcionarios

Tegucigalpa, Honduras

Tras las declaraciones de Daniel Esponda, ministro de Educación, de que los ríos de la zona sur de Honduras desembocan en la capital, surgen dudas sobre si los nombramientos en altos cargos responden a intereses políticos más que a criterios de idoneidad.

El funcionario aseguró el domingo que las aguas acumuladas por las lluvias en la zona sur de Honduras subían hacia la capital, una afirmación que desafía las leyes de la gravedad.

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“Según el pronóstico del tiempo, en Choluteca y Valle van a continuar las lluvias. Eso significa que, en horas de la noche y la madrugada de mañana, toda esa agua que está precipitando en esos dos departamentos va a llegar a la ciudad capital”, manifestó.

Ante la lluvia de críticas, Esponda explicó en su cuenta de Facebook: “después del error que cometí el pasado domingo, mi esposa y yo estuvimos meditando muchísimo y, dado a la creatividad de la gente (por la cantidad de memes), hemos decidido hacer el top 5 de las mejores cosas que se han publicado”, dándole así un giro de gracia a su error.

Este caso llama a la reflexión sobre el hecho de que en la actual administración hay personas no idóneas para altos cargos que deberían ser ostentados por expertos en la materia, coinciden consultados por La Prensa.

“Eso es un insulto para nosotros los hondureños. Esto no solo sucede en este gobierno, en administraciones anteriores se repite lo mismo, y es aquí donde el pueblo se siente ofendido y se pregunta si de verdad se puede confiar en las autoridades”, manifestó el analista Raúl Pineda Alvarado.

Para los expertos, ha sido tradicional que altos ejecutivos de los gobiernos sean poco efectivos en sus funciones. En el caso de este gobierno, parece que el asunto es más complicado, porque es de conocimiento público que muchos pasaron de causar caos en las calles a ocupar altos cargos.

Están también lo dicho por Freddy Cerrato, ministro de Desarrollo Económico y encargado de controlar los precios de la canasta básica, quien comentó en julio de 2023 que la libra de pollo costaba entre siete y ocho lempiras, cuando el valor es de cinco veces ese costo.

Mientras, la ministra de Salud, Carla Paredes, dijo en junio pasado que las bases de uno de los hospitales que se construyen tienen dos kilómetros de profundidad. Y recientemente declaró que los centros de salud y los hospitales son de ella, “y digo míos porque yo represento al Estado”.

Pineda Alvarado dijo que “hay situaciones donde realmente se excede los límites de lo tolerable y, en esas acciones, el presidente de la República tiene que proceder a su destitución”.

Incluso, para Alvarado, este tipo de situaciones es responsabilidad de la presidenta porque “ella hace la elección del gabinete y a quien perjudica con sus decisiones es al país”.

Personas incapaces en cargos sustanciales

Para el abogado Oliver Erazo, remover de sus cargos a funcionarios incompetentes es indiscutible y hasta manifestó que eso es un acto de corrupción.

“El acto de corrupción más grande es estar ejerciendo un cargo para el que no se está capacitado. Un servidor público debe tener un mínimo de cultura general, geografía, literatura, matemática”, agregó.

Carlos Umaña, jefe de la bancada del Partido Salvador de Honduras (PSH), señaló que el avance lento del país es producto de lo mismo: personas incapaces en cargos sustanciales.

“Los gobiernos son exitosos cuando llevan a la gente correcta a los principales puestos gerenciales. Cuando se llevan a personas que a veces no tienen los conocimientos y cuyo único mérito es pertenecer al partido político que está en el gobierno, entonces se cometen grandes errores”, externó Umaña.

Sugirió que lo que se debe hacer es que “los funcionarios sean puestos por requerimientos técnicos y no por pertenecer a un partido político. Lo que se ha visto en este gobierno es que muchos de los puestos han sido ocupados por activistas, y esto no se debe permitir”.

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Oved López, congresista de Libre, reconoció que todos los puestos son políticos, pero justificó que “esto es algo que pasa en todos los gobiernos porque se nombran a personas que venimos de la lucha, de la calle”.

Para el científico Marco Tulio Medina, los gobiernos deben tener prioridad en nombrar personas con capacidades precisas para los cargos que son nombrados.