San Pedro Sula, Honduras.
Los miembros de la asociación de pacientes renales que son tratados en el hospital Mario Rivas se manifestaron en contra de los precios que deberán pagar para recibir la diálisis.
“El problema es que llagamos a un punto en el que ya no podemos costearnos el tratamiento. Estamos pagando 50 lempiras por cada inyección que nos ponen y necesitamos dos de esas cada vez que nos conectamos a la máquina, lo que suman 300 lempiras a la semana”, expresó Ricardo González, presidente de la asociación.
El denunciante agregó que les han informado que además deberán pagar 500 lempiras mensuales por el derechos a la diálisis. Actualmente pagan 100.
Los afectados se reunieron con las autoridades hospitalarias, quienes les aseguraron que buscarán una solución.
“Lo que nos dijeron es que realizarán estudios socioeconómicos para que cada quien pague de cuota de recuperación lo que está a su alcance”, concluyó González.
Los pacientes renales deben recibir tratamiento de purificación de la sangre tres veces a la semana.
En cada sesión permanecen más de cuatro horas conectados a una máquina y esa situación les imposibilita trabajar.
“Cuando uno tiene esta enfermedad pierde todo, no lo quieren contratar porque ninguna empresa quiere dar permisos tres veces por semana, eso nos convierte en una carga para nuestras familias”, expresó Jorge Zúniga, otro paciente que recibe tratamiento de diálisis en el Mario Rivas.
Los miembros de la asociación de pacientes renales que son tratados en el hospital Mario Rivas se manifestaron en contra de los precios que deberán pagar para recibir la diálisis.
“El problema es que llagamos a un punto en el que ya no podemos costearnos el tratamiento. Estamos pagando 50 lempiras por cada inyección que nos ponen y necesitamos dos de esas cada vez que nos conectamos a la máquina, lo que suman 300 lempiras a la semana”, expresó Ricardo González, presidente de la asociación.
El denunciante agregó que les han informado que además deberán pagar 500 lempiras mensuales por el derechos a la diálisis. Actualmente pagan 100.
Los afectados se reunieron con las autoridades hospitalarias, quienes les aseguraron que buscarán una solución.
“Lo que nos dijeron es que realizarán estudios socioeconómicos para que cada quien pague de cuota de recuperación lo que está a su alcance”, concluyó González.
Los pacientes renales deben recibir tratamiento de purificación de la sangre tres veces a la semana.
En cada sesión permanecen más de cuatro horas conectados a una máquina y esa situación les imposibilita trabajar.
“Cuando uno tiene esta enfermedad pierde todo, no lo quieren contratar porque ninguna empresa quiere dar permisos tres veces por semana, eso nos convierte en una carga para nuestras familias”, expresó Jorge Zúniga, otro paciente que recibe tratamiento de diálisis en el Mario Rivas.