San Pedro Sula, Honduras.
Los comerciantes que se ubican entre la primera calle y la tercera avenida noreste en el barrio Las Acacias están molestos debido a que una casa que está prácticamente en ruinas sirve de guarida a indigentes y drogadictos.
Según los afectados, hay personas que aprovechan ese lugar para drogarse y hacer sus necesidades fisiológicas. En varias ocasiones han despojado a los transeúntes de sus pertenencias.
“Hace unas semanas, una muchacha iba pasando y uno de esos indigentes salió de las ruinas para arrebatarle la cartera mientras la amenazaba con una pequeña navaja”, expresa una comerciante que omitió su nombre. “Pedimos a la alcaldía que venga a demoler esas ruinas”.
Los comerciantes que se ubican entre la primera calle y la tercera avenida noreste en el barrio Las Acacias están molestos debido a que una casa que está prácticamente en ruinas sirve de guarida a indigentes y drogadictos.
Según los afectados, hay personas que aprovechan ese lugar para drogarse y hacer sus necesidades fisiológicas. En varias ocasiones han despojado a los transeúntes de sus pertenencias.
“Hace unas semanas, una muchacha iba pasando y uno de esos indigentes salió de las ruinas para arrebatarle la cartera mientras la amenazaba con una pequeña navaja”, expresa una comerciante que omitió su nombre. “Pedimos a la alcaldía que venga a demoler esas ruinas”.