Los hechos violentos que suman unas 60 muertes en el Aguán preocupan a las autoridades, que ayer con total hermetismo se reunieron en el Decimoquinto Batallón, donde estuvieron presentes Marlon Pascua, ministro de Defensa, la plana mayor de la institución castrense y jefes de la Policía Nacional.
Los reunidos analizaron la situación crítica en la zona y establecieron las acciones que emprenderán en las próximas horas para controlar las actividades de los grupos campesinos y hombres armados que han acentuado sus ataques en las dos últimas semanas.
“El Aguán se va de las manos”, le dijo a LA PRENSA René Osorio, jefe de las Fuerzas Armadas, quien indicó que desde la semana anterior el Consejo de Defensa y Seguridad analiza la situación crítica en la zona y hoy, de acuerdo con los análisis legales, se tomarían medidas para que la zona sea decretada especial. Osorio confirmó que recomendarán establecer estado de sitio en la zona
Ayer comenzaron a llegar los contingentes militares y policiales a reforzar las acciones que la Fuerza de Tarea Xatruch II ha estado haciendo, junto con el contingente de la Operación Relámpago y la Policía en Colón. Hoy comienza una nueva fase de abordaje del problema en Colón tras la serie de ataques que desde 2009 han dejado unos 60 muertos, incluyendo campesinos, guardias y particulares.
“Hay gente infiltrada”
El anuncio de un estado de sitio ha circulado en las últimas horas. La medida es apoyada por varios sectores; otros se oponen porque consideran que se violentan las garantías de los ciudadanos. Las autoridades aseguran que las acciones que se emprenderán son para evitar más derramamiento de sangre y poner orden en el Aguán.
“El problema en el Bajo Aguán no es de tierras; hay gente infiltrada que está sembrando el caos en las fincas que se han tomado. Estamos tras la pista de gente que hemos identificado y vamos con una nueva estrategia que nos permita tener el control absoluto en la zona. Se va a declarar zona especial. Si hay o no estado de sitio es algo que se analiza en el Consejo de Defensa y Seguridad para ver las repercusiones legales que la medida puede tener. El Aguán se va de las manos por aspectos de seguridad y vamos a una reunión de emergencia con el Consejo de Defensa y Seguridad para tomar las decisiones colegiadas”, dijo Osorio.
Varios funcionarios llegaron ayer en helicóptero a la zona y mantuvieron una reunión en el Decimoquinto Batallón en total hermetismo, ya que no se permitió el ingreso de los medios de comunicación. Se informó que en la reunión se tomaban decisiones sobre las acciones que comenzarán a darse en el Aguán para solucionar el conflicto, que ha sido considerado por el presidente Porfirio Lobo como un problema de seguridad nacional.
Refuerzan contingente
Desde ayer, elementos policiales y militares eran movilizados desde distintos puntos del país para apoyar las nuevas acciones que desde hoy resguardarán el corredor de las fincas tomadas por los campesinos. En total, nueve de ellas están desde junio en poder de grupos campesinos y comunidades que bajo su lema de lucha han usurpado esos predios.
“Se han girado instrucciones para potenciar las fuerzas de tarea Xatruch II y Relámpago en Colón. Es una decisión que desde la semana anterior el alto mando de la Policía y el Ejército determinó para establecer el orden en la zona. Lo que se planifica dentro del esquema de acciones es algo que van a conocer porque no podemos hacer públicas las estrategias que implica la operación”, dijo uno de los jefes policiales que participaron en la reunión.
Las autoridades han anunciado que el nuevo refuerzo policial elevaría a 600 los efectivos destinados en las nuevas estrategias de seguridad en la zona.
El ministro de Seguridad Pompeyo Bonilla anunció que hoy el presidente Porfirio Lobo Sosa tomará una decisión final sobre el conflictivo caso del Bajo Aguán. Es casi seguro que el gobernante, que presidirá una reunión del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional, declarará seguridad nacional la zona del Bajo Aguán.
Esto implicará un estado de sitio regional al suspenderse las garantías individuales en horas determinadas con un desarme general que incluirá a campesinos, guardias y personas particulares.