Un payaso callejero se vio obligado a desempeñar su oficio en paños menores en la vía pública durante dos días hasta que pudo pagar el permiso para trabajar como ambulante en una feria de Aguascalientes.
Silvestre Vázquez, conocido como “Cuerito”, fue despojado de su vestimenta de payaso por funcionarios locales al no haber pagado el permiso de 450 pesos para desarrollar su actividad en la feria.
Cuerito estaba haciendo figuras con globos, que entrega a los niños a cambio de una aportación voluntaria cuando la Dirección de Mercados le pidió su permiso de trabajar y, como no lo tenía, le quitaron su indumentaria.