San Pedro Sula, Honduras.
La empresa de buses Impala, que de San Pedro Sula conduce a Puerto Cortés y viceversa, continuó operando ayer luego que varios hombres le prendieran fuego a una unidad la mañana del martes en el barrio Barandillas.
La cantidad de personas que abordaban las unidades en la terminal de buses fue normal, según manifestaron varios conductores de la empresa; sin embargo, el temor de los pasajeros es latente.
Mario García viaja a diario en esos buses. Al bajar de una unidad dijo a periodistas de LA PRENSA que con los últimos hechos que ha sufrido la empresa le da miedo viajar en esas unidades. “Al subirnos en esos buses vamos con el temor que en cualquier momento se dé un asalto y maten a alguien; la verdad que es preocupante”, dijo el usuario.
Entre 2017 y 2018, la empresa Impala se ha convertido en el mayor blanco para los extorsionadores; ya son siete unidades quemadas y diez trabajadores que han muerto.
“ Nos subimos con miedo y rogando a Dios que podamos regresar con bien”, dijo una ciudadana que abordó en la terminal la unidad con rumbo a Puerto Cortés.
Al igual que los pasajeros, los conductores tienen temor ante otro ataque.
Los pasajeros y conductores piden a las autoridades que brinden seguridad al sector transporte. “Andamos trabajando con miedo”, dijo uno de los motoristas que no quiso identificarse.
Medidas
Jorge Alberto Rodríguez, portavoz de la Policía Nacional en la región noroccidental, manifestó que están tomando las acciones para que ese tipo de hechos no sigan ocurriendo en las unidades.
“Estamos implementando en horas de la mañana patrullajes en las estaciones de buses”, expresó el subcomisionado. De acuerdo con las investigaciones de la Policía, los hechos usualmente son atribuidos a pandillas o crimen organizado que se dedican en gran parte a extorsionar al rubro del transporte. “Las estructuras criminales les exigen más dinero y los dueños de buses no pueden pagarlos”, dijo Rodríguez.
Agregó que otra de las medidas que se pueden implementar para brindar seguridad a los pasajeros es que efectivos del Ejército anden en las unidades interurbanas.
Autoridades explicaron que al menos cuatro sujetos que se conducían en un turismo azul interceptaron el bus, le hicieron un disparo para detener la marcha, posteriormente se subieron a la unidad para asaltar a los pasajeros y luego los bajaron para incendiar el bus.
La empresa de buses Impala, que de San Pedro Sula conduce a Puerto Cortés y viceversa, continuó operando ayer luego que varios hombres le prendieran fuego a una unidad la mañana del martes en el barrio Barandillas.
La cantidad de personas que abordaban las unidades en la terminal de buses fue normal, según manifestaron varios conductores de la empresa; sin embargo, el temor de los pasajeros es latente.
Mario García viaja a diario en esos buses. Al bajar de una unidad dijo a periodistas de LA PRENSA que con los últimos hechos que ha sufrido la empresa le da miedo viajar en esas unidades. “Al subirnos en esos buses vamos con el temor que en cualquier momento se dé un asalto y maten a alguien; la verdad que es preocupante”, dijo el usuario.
Entre 2017 y 2018, la empresa Impala se ha convertido en el mayor blanco para los extorsionadores; ya son siete unidades quemadas y diez trabajadores que han muerto.
“ Nos subimos con miedo y rogando a Dios que podamos regresar con bien”, dijo una ciudadana que abordó en la terminal la unidad con rumbo a Puerto Cortés.
Al igual que los pasajeros, los conductores tienen temor ante otro ataque.
Los pasajeros y conductores piden a las autoridades que brinden seguridad al sector transporte. “Andamos trabajando con miedo”, dijo uno de los motoristas que no quiso identificarse.
Medidas
Jorge Alberto Rodríguez, portavoz de la Policía Nacional en la región noroccidental, manifestó que están tomando las acciones para que ese tipo de hechos no sigan ocurriendo en las unidades.
“Estamos implementando en horas de la mañana patrullajes en las estaciones de buses”, expresó el subcomisionado. De acuerdo con las investigaciones de la Policía, los hechos usualmente son atribuidos a pandillas o crimen organizado que se dedican en gran parte a extorsionar al rubro del transporte. “Las estructuras criminales les exigen más dinero y los dueños de buses no pueden pagarlos”, dijo Rodríguez.
Agregó que otra de las medidas que se pueden implementar para brindar seguridad a los pasajeros es que efectivos del Ejército anden en las unidades interurbanas.
Autoridades explicaron que al menos cuatro sujetos que se conducían en un turismo azul interceptaron el bus, le hicieron un disparo para detener la marcha, posteriormente se subieron a la unidad para asaltar a los pasajeros y luego los bajaron para incendiar el bus.
“Nos subimos rogando a Dios que podamos regresar con bien”: pasajera de bus Impala
La Policía Nacional realiza patrullajes en las estaciones donde los pasajeros toman los buses.