La empresa Mesoamerica Energy comenzó las pruebas en el parque eólico Cerro de Hula, 24 kilómetros al sur de Tegucigalpa, entre los municipios de Santa Ana y San Buenaventura.
La instalación de este proyecto significa el principio del proceso de cambio de la matriz energética de generación térmica a renovable, pero sobre todo significará una reducción de los costos de generación de electricidad para los usuarios por concepto de ajuste de los combustibles.
La construcción del parque eólico Cerro de Hula comenzó hace menos de un año. Las expectativas son grandes, ya que después de finalizar esta primera etapa de prueba se espera que, durante la segunda, 51 molinos de viento o aerogeneradores produzcan unos 102 megavatios de electricidad, capaces de iluminar 100,000 viviendas hacia enero de 2012, fecha en que comenzará formalmente operaciones de comercialización.
El encargado del proyecto por la compañía Globeleq Mesoamerica Energy, José Morán, explicó ayer que el costo del proyecto es de 270 millones de dólares y mañana empezarán las pruebas con 34 máquinas; “posteriormente seguiremos comisionando máquinas hasta inicios de noviembre, fecha en que las 51 máquinas ya estarán operando y se hará la inauguración”, dijo Morán.
Beneficios permanentes
Los involucrados en el proyecto señalan permanentes beneficios, principalmente por el costo del kilovatio hora, “vamos a comprar el costo marginal más un plus por ser renovable y esto significa que el costo del kilovatio será de unos 12 centavos de dólar, muy significativo en comparación con los 26 centavos que pagamos por la energía térmica debido al alto costo de los combustibles”, explicó Leonardo Deras, subgerente técnico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Enee.
Morán añadió que “se generará un impacto ambiental mínimo porque no hay emisión de contaminantes y el uso de la tierra es escasamente afectado” .
Desde el punto de vista macroeconómico, el proyecto también tendrá un impacto positivo, “cuando se utilizan los recursos renovables para producir energía se tienen beneficios en la balanza de pagos porque no se están importando combustibles, los que más pesan sobre la balanza comercial y ejercen presión en el sistema de divisas”, explicó Gerardo Salgado, director de planificación de la Enee.
Distribución
A partir de esta etapa de pruebas se distribuirá electricidad en distintos puntos.
“Esta electricidad entrará en todo el sistema de interconectado nacional, pero mayormente se transportará por la línea de 230,000 voltios. Éstas son líneas que vienen de El Cajón, las que vienen del sistema interconectado desde Nicaragua hasta Tegucigalpa y otras desde el Proyecto Lufussa hasta Tegucigalpa”, explicó Deras.
Para concretar este proyecto fue necesario establecer una subestación energética donde se transformará y elevará la energía a niveles de tensión de 34.5 kilovoltios para después colocarla en las líneas de transmisión.
Inicialmente, la subestación será manejada por Mesoamerica Energy y posteriormente será trasladada a la Enee, como establece el contrato. “Les vamos a dar la subestación y a recorrer los pasos para que la ‘energización’ no nos cause problemas ni a nosotros ni a la Enee”, mencionó el representante de la empresa inversora.
“Se buscará darle seguimiento para un correcto manejo de las subestación, que alivie en parte la carencia de la Enee de subestaciones modernas”, aseveró Salgado.
Éste es Cerro de Hula
Cada uno de los 51 aerogeneradores que funcionarán en el parque tiene una altura de 78 metros. Fueron instalados con maquinaria traída de España. Están distribuidos por grupos en El Cruce, montaña de Isopo, cerritos Ayasta y Cerro de Hula.
Cada aerogenerador está compuesto por cuatro secciones: las aspas que miden 42.5 metros de longitud, la nariz o rotor, una góndola y la base o tubo. Dentro de la góndola hay una caja de cambio que regulará la velocidad del viento.
Los meses en que estos molinos producirán mayor cantidad de energía serán de noviembre a marzo, cuando aumenta el viento.
Este proyecto no sólo estará compuesto por esa cantidad de aerogeneradores. La empresa Mesoamerica Energy negocia ya junto con la Enee una ampliación del parque hacia el sur; “estamos negociando una posible expansión para generar 24 megavatios más que nos van a dejar que durante mucho tiempo Cerro de Hula sea la planta eólica más grande de Centroamérica”, sostuvo Morán.
Energía eólica en la región
La Federación Mundial de la Industria de la Energía Eólica sostiene que para 2050 la energía eólica podrá cubrir más del 34% de las necesidades de electricidad mundial y, con proyectos como éste, América Central está siendo parte de ese cambio.
En el mundo, los cinco primeros productores de este tipo de energía renovable son Estados Unidos, China, Alemania, España e India.
“De Centroamérica, Costa Rica es el primer país que agregó energía eólica hace más de 20 años. En esa nación operan cinco plantas y ya suman 120 megavatios de capacidad”, explicó Morán.
En Costa Rica, Mesoamerica Energy contrató hace dos semanas la generación de 50 megavatios.
El segundo país que dispuso de energía eólica fue Nicaragua, que inauguró una planta de 40 megavatios hace un par de años.
En el caso de Honduras, “somos el tercer país que produce energía eólica en este momento. No somos los primeros, pero sí somos los más grandes de la región con 102 megavatios instalados”, puntualizó Morán.
Urge reparar líneas para no perder energía eólica
San Pedro Sula. La generación de 102 megas de energía eólica podría estar en peligro de tener pérdidas altas si las autoridades de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica no procuran mejorar las líneas de transmisión.
Aunque la generación de energía renovable que viene del parque eólico Cerro de Hula pasara por la línea de 230,000 voltios de transmisión -una línea que tiene menos pérdidas-, la amenaza es latente.
“No hay forma de decir si se va a perder y, si ocurre, se va a perder en los mismos niveles y formas como está el 25% de pérdidas de todas las plantas de generación del sistema interconectado”, expresó Leonardo Deras, subgerente técnico de la Enee.
El funcionario hace hincapié en que esta energía pasará por una línea que tiene menores pérdidas.
“Las pérdidas mayores de la Enee no están en las líneas de 230,000 voltios ni en las de 138,000; las principales pérdidas están en la de 69,000 y 34,500. Éstas se hallan en las líneas de Tegucigalpa, Danlí, Juticalpa, El Progreso, Cañaveral y Santa Rosa de Copán”, dijo.
La línea de 230,000 voltios por donde viajará esta energía “son las dos líneas que vienen de El Cajón, las líneas que vienen del sistema interconectado desde Nicaragua hasta Tegucigalpa y las dos líneas desde el Proyecto Lufussa hasta Tegucigalpa”, mencionó Deras.
Gerardo Salgado, director de Planificación de la Enee, dice que, aunque el proyecto disminuirá los costos de energía, no resolverá los apagones en otros puntos del país.
“La situación de occidente, Olancho y Bajo Aguán continuará. La planta no contribuirá a solucionar estos problemas porque son problemas asociados a las líneas de transmisión en esa zona”, explicó.
No obstante, Salgado niega que la energía eólica pueda escaparse debido al mal estado de las líneas; “la electricidad no se va a desperdiciar. Esta electricidad, aunque va a pasar por las líneas en mal estado, no incrementará las pérdidas”, coincidió.
Salgado reflexionó sobre la necesidad de inversión estatal para evitar fugas, “hay que invertir en nuevas líneas y subestaciones. Ya estamos en el proceso de comenzar una licitación para tratar de resolver estos problemas”.