San Pedro Sula, Honduras.
Su amor por el escultismo lo demostraron hasta el día más importante de sus vidas. Elder Aragón y Cheryl Pineda decidieron contraer matrimonio ataviados con el uniforme de los Scout.
Los dos voluntarios del Grupo Scout 15 Zorzales de Sula, donde se conocieron y donde hoy son servidores, llegaron al salón Consistorial de la Municipalidad para participar en la ceremonia.
Lo hicieron junto a otras parejas, pero ellos sobresalían por el uniforme que portaban con orgullo y amor, porque ese grupo adonde llegaron en distintos tiempos les permitió conocerse, y lo mejor, compartir sus vidas.
Ellos se conocieron dentro del movimiento, y como dirigentes del mismo se apoyan mutuamente y se mantienen más unidos alrededor de las actividades que realizan.
Elder dice que actualmente es responsable de la unidad menor del grupo Scout y como él fue beneficiario del programa, hoy junto a su esposa retribuye ese servicio.
“A ella la conocí hace seis años, ella llegó con su hijo al grupo Scout, y en medio de una reunión le pedí ayuda para una actividad, así establecimos comunicación y comenzamos una vida juntos que hoy legalizamos”, dice.
Ahora ella es voluntaria Scout y permaneceremos allí hasta que la vida nos lo permita, agrega.
Somos felices y lo que buscamos a través de nuestro voluntariado es construir un mundo mejor, dice Aragón. La pareja desató la curiosidad de los presentes por la forma de vestir al casarse y recibieron muchos aplausos.
Su amor por el escultismo lo demostraron hasta el día más importante de sus vidas. Elder Aragón y Cheryl Pineda decidieron contraer matrimonio ataviados con el uniforme de los Scout.
Los dos voluntarios del Grupo Scout 15 Zorzales de Sula, donde se conocieron y donde hoy son servidores, llegaron al salón Consistorial de la Municipalidad para participar en la ceremonia.
Lo hicieron junto a otras parejas, pero ellos sobresalían por el uniforme que portaban con orgullo y amor, porque ese grupo adonde llegaron en distintos tiempos les permitió conocerse, y lo mejor, compartir sus vidas.
Ellos se conocieron dentro del movimiento, y como dirigentes del mismo se apoyan mutuamente y se mantienen más unidos alrededor de las actividades que realizan.
Elder dice que actualmente es responsable de la unidad menor del grupo Scout y como él fue beneficiario del programa, hoy junto a su esposa retribuye ese servicio.
“A ella la conocí hace seis años, ella llegó con su hijo al grupo Scout, y en medio de una reunión le pedí ayuda para una actividad, así establecimos comunicación y comenzamos una vida juntos que hoy legalizamos”, dice.
Ahora ella es voluntaria Scout y permaneceremos allí hasta que la vida nos lo permita, agrega.
Somos felices y lo que buscamos a través de nuestro voluntariado es construir un mundo mejor, dice Aragón. La pareja desató la curiosidad de los presentes por la forma de vestir al casarse y recibieron muchos aplausos.