Tegucigalpa, Honduras.
La vocera interina de la Misión contra la Corrupción e Impunidad en Honduras ( Maccih), la jurista peruana Ana María Calderón Boy, afirmó ayer que no detendrán su labor en el país.
“Seguimos trabajando y reiteramos nuestro compromiso de fortalecer a las instituciones en el combate contra la corrupción”.
Lamentó que como misión “no somos parte, nunca tuvimos acceso a información del recurso de inconstitucionalidad o informes emitidos”.
La Misión de la OEA llegó en febrero de 2016 como una necesidad del Estado hondureño para reducir los índices de corrupción e impunidad en el país.
Operadores de justicia, la comunidad internacional, defensores de derechos humanos, empresarios, todos ellos consultados, coinciden en que sería negativo darle el tiro de gracia a la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Algunos de los operadores de justicia manifestaron que sería un “ knockout” para el Estado en el combate a la corrupción e impunidad.
“Sería un golpe muy duro en la lucha contra la corrupción que hubiese una resolución en contra del funcionamiento de la Maccih en el país. Me parece que la lucha contra la corrupción se ha fortalecido con la presencia de la Maccih en Honduras”, expresó el representante de la Asociación de Jueces por la Democracia, Mario Díaz.
El sector privado hondureño también reiteró ayer su apoyo a la Maccih. Esto luego de que se han activado las alertas de que la organización podría dejar el país, pues un análisis jurídico del Congreso Nacional indica que el convenio es inconstitucional y el Poder Judicial podría tomar acciones.
“Sería un retroceso para el país que la Maccih se fuera... se reitera y se mantiene el apoyo a la misión y el trabajo que hacen, no importando quién la dirija”, manifestó Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT).
Mal precedente
Los sectores políticos de oposición advirtieron que el país quedará mal parado internacionalmente si la Corte Suprema de Justicia declara inconstitucional el convenio que dio vida a la Maccih.
Ante las circunstancias que rodean a la Maccih, especialmente en lo relacionado con la llamada “Red de diputados”, el temor se ha apoderado de un sector de la clase política de oposición sobre el destino que pueda tener este organismo de apoyo.
“Sería un retroceso fatal para nuestro país, las élites corruptas habrían logrado el objetivo de frenar la verdadera lucha contra la corrupción e impunidad”, dijo el presidente del Partido Liberal, Luis Zelaya. Hablando desde Europa, donde se encuentra justamente denunciando este ambiente de inestabilidad de la Maccih, el excandidato presidencial expresó que a quienes desean la salida de la misión “no les importan las consecuencias funestas para nuestro país y las futuras generaciones”.
“Ojalá”, añadió, “el pueblo hondureño reaccione y la comunidad internacional nos acompañe en este esfuerzo casi titánico por adecentar Honduras”.
El expresidenciable Salvador Nasralla ha sido un crítico permanente de la clase política.
Tony García, uno de sus asesores, destacó: “Estamos en contra de cualquier intento de querer eliminar a la Maccih y sabemos que Estados Unidos piensa como nosotros.
La Maccih la necesitamos porque nuestras instituciones no funcionan”.
“La Maccih está en el zapato de los corruptos, es la costilla, tiene acceso a información, tiene una voz fuerte. Todo el que es corrupto y tiene poder acá está en contra de la Maccih”, agregó.
Sin embargo, no hay seguridad de que la Corte Suprema de Justicia declare inconstitucional el convenio de la Maccih.
El asesor de Nasralla le da el beneficio de la duda al máximo organismo de justicia. “No creo que el Gobierno ose en hacer eso, el rechazo de la población sería abrumador”. García hizo un llamado a todos los que luchan contra la corrupción en Honduras a “cerrar filas alrededor de la Maccih, aunque (esta misión) no tenga los dientes que tenemos”.
La vocera interina de la Misión contra la Corrupción e Impunidad en Honduras ( Maccih), la jurista peruana Ana María Calderón Boy, afirmó ayer que no detendrán su labor en el país.
“Seguimos trabajando y reiteramos nuestro compromiso de fortalecer a las instituciones en el combate contra la corrupción”.
Lamentó que como misión “no somos parte, nunca tuvimos acceso a información del recurso de inconstitucionalidad o informes emitidos”.
La Misión de la OEA llegó en febrero de 2016 como una necesidad del Estado hondureño para reducir los índices de corrupción e impunidad en el país.
Operadores de justicia, la comunidad internacional, defensores de derechos humanos, empresarios, todos ellos consultados, coinciden en que sería negativo darle el tiro de gracia a la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
Algunos de los operadores de justicia manifestaron que sería un “ knockout” para el Estado en el combate a la corrupción e impunidad.
“Sería un golpe muy duro en la lucha contra la corrupción que hubiese una resolución en contra del funcionamiento de la Maccih en el país. Me parece que la lucha contra la corrupción se ha fortalecido con la presencia de la Maccih en Honduras”, expresó el representante de la Asociación de Jueces por la Democracia, Mario Díaz.
El sector privado hondureño también reiteró ayer su apoyo a la Maccih. Esto luego de que se han activado las alertas de que la organización podría dejar el país, pues un análisis jurídico del Congreso Nacional indica que el convenio es inconstitucional y el Poder Judicial podría tomar acciones.
“Sería un retroceso para el país que la Maccih se fuera... se reitera y se mantiene el apoyo a la misión y el trabajo que hacen, no importando quién la dirija”, manifestó Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT).
Mal precedente
Los sectores políticos de oposición advirtieron que el país quedará mal parado internacionalmente si la Corte Suprema de Justicia declara inconstitucional el convenio que dio vida a la Maccih.
Ante las circunstancias que rodean a la Maccih, especialmente en lo relacionado con la llamada “Red de diputados”, el temor se ha apoderado de un sector de la clase política de oposición sobre el destino que pueda tener este organismo de apoyo.
“Sería un retroceso fatal para nuestro país, las élites corruptas habrían logrado el objetivo de frenar la verdadera lucha contra la corrupción e impunidad”, dijo el presidente del Partido Liberal, Luis Zelaya. Hablando desde Europa, donde se encuentra justamente denunciando este ambiente de inestabilidad de la Maccih, el excandidato presidencial expresó que a quienes desean la salida de la misión “no les importan las consecuencias funestas para nuestro país y las futuras generaciones”.
“Ojalá”, añadió, “el pueblo hondureño reaccione y la comunidad internacional nos acompañe en este esfuerzo casi titánico por adecentar Honduras”.
El expresidenciable Salvador Nasralla ha sido un crítico permanente de la clase política.
Tony García, uno de sus asesores, destacó: “Estamos en contra de cualquier intento de querer eliminar a la Maccih y sabemos que Estados Unidos piensa como nosotros.
La Maccih la necesitamos porque nuestras instituciones no funcionan”.
“La Maccih está en el zapato de los corruptos, es la costilla, tiene acceso a información, tiene una voz fuerte. Todo el que es corrupto y tiene poder acá está en contra de la Maccih”, agregó.
Sin embargo, no hay seguridad de que la Corte Suprema de Justicia declare inconstitucional el convenio de la Maccih.
El asesor de Nasralla le da el beneficio de la duda al máximo organismo de justicia. “No creo que el Gobierno ose en hacer eso, el rechazo de la población sería abrumador”. García hizo un llamado a todos los que luchan contra la corrupción en Honduras a “cerrar filas alrededor de la Maccih, aunque (esta misión) no tenga los dientes que tenemos”.