30/12/2025
10:48 AM

Papa resalta que Honduras recuperó la estabilidad

El equipo fortalecerá las tareas del Tribunal Superior de Cuentas.

El papa Benedicto XVI expresó ayer
al presidente de Honduras, Porfirio Lobo, su alegría por la “recuperación de la estabilidad, después de los dos últimos años de problemas”, en referencia al golpe de Estado que depuso en 2009 al entonces presidente Manuel Zelaya.

El Pontífice y el mandatario conversaron a solas durante 23 minutos y tras el coloquio, celebrado en un ambiente de “gran cordialidad”, según informó la Santa Sede, Lobo se entrevistó con el secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone.

“Durante los coloquios, desarrollados en un clima de cordialidad, se ha subrayado la importancia de seguir fomentando en esa nación la reconciliación y la comprensión mutua, la solidaridad y la paz, en la búsqueda tenaz del bien común”, señaló el Vaticano en un comunicado.

Asimismo, prosiguió la nota, “se constató con aprecio la gran contribución que la Iglesia ofrece al desarrollo del país, especialmente en los ámbitos educativo y sanitario”.

Porfirio Lobo, que ya visitó el Vaticano el 1 de mayo pasado con motivo de la beatificación de Juan Pablo II, fue recibido por el papa Benedicto XVI en la Sala del Tronetto del Palacio Apostólico, anexa a su Biblioteca privada -lugar de la audiencia-.

“Presidente, bienvenido, mucho gusto”, dijo el Pontífice en español al recibir a Lobo.

Lobo acudió al Vaticano acompañado por su esposa, Rosa Elena Bonilla, y un séquito de otras doce personas. Por estar divorciado y casado en segundas nupcias, Lobo entró al encuentro con el Papa en solitario y una vez concluida la audiencia y mientras él se reunía con Bertone, Benedicto XVI saludó a su esposa y a otras mujeres que acudieron a la cita vaticana.

El presidente hondureño le regaló a Benedicto XVI un bajo relieve de una “Última Cena” en plata sobre madera.

El Papa mostró mucho interés por la obra, que, según precisó Lobo, fue realizada por artistas hondureños.

Benedicto XVI le correspondió con la medalla en oro de su pontificado.