El Ejército de Honduras posee una flota de once aviones de guerra en buenas condiciones, afirmó el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en declaraciones difundidas hoy por un telediario sandinista.
El mandatario al mismo tiempo se preguntó: '¿Para qué quiere un país un avión de combate?, ¿qué sentido tiene tener aviones de combate?, son aviones que en 25 minutos llegarían de Tegucigalpa a Managua bombardeando esta ciudad'.
'¡Ni quiera Dios, se iniciaría una guerra, y con qué necesidad!', exclamó el gobernante sandinista.
Ortega ofreció estas declaraciones anoche tras reunirse con el obispo metodista argentino Leopoldo Pagura, al responder preguntas sobre su posición en relación a que la embajada de Estados Unidos en Managua negó haber entregado aviones de guerra a Honduras.
El presidente señaló que Honduras posee once aviones que le costaron muchos millones de dólares hace algún tiempo y que cuando estas aeronaves llegan a su vencimiento, en vez de destruirlos los mandan a acondicionar para mantener la flota en buenas condiciones.
La embajada de EEUU en Managua informó ayer que desde hace más de un año, el gobierno de Honduras decidió usar un fondo donado por el Gobierno de Estados Unidos para comprar ocho aeronaves, conocidas como 'Storm Rally', los cuales son aviones pequeños, para una o dos personas.
Honduras, desde los años 80, posee aviones de guerra F-5 de fabricación estadounidense.
'Nicaragua es la que más ha cumplido con el asunto de la reducción del tamaño de los ejércitos en Centroamérica. Honduras de manera soberana está adquiriendo aviones para vigilancia y que dicen no pueden ser artillados', dijo Ortega.
Pero anotó que quería recordar que cuando los sandinistas luchaban utilizaban en los años 70 aviones de ese tipo para lanzar bombas al ejército de Somoza en Managua, Matagalpa y Estelí.
'En esos aviones para cuatro personas caben cuatro bombas que se pueden lanzar y se convierten en armas efectivas', añadió.
Reconoció que la decisión de Honduras de adquirir esos aviones es soberana, pero también enfatizó que igualmente es una decisión soberana la del gobierno de Managua acordar qué armamento posee.
Ortega declaró que su gobierno estaría de acuerdo en destruir los 1.100 misiles del tipo Sam-7 que posee, si se tomara un acuerdo centroamericano en el sentido de que a la par de la destrucción de los cohetes tierra-aire, se vayan destruyendo aquellas armas que se vayan venciendo y que tienen carácter ofensivo.
'Si en Centroamérica no hubiese aviación de guerra, sencillamente no hubiese razón para tener misiles, pero como en Centroamérica hay estos aviones de guerra, desgraciadamente nos obligan a tener estos misiles para defender al país en caso que se de una situación de agresión', insistió Ortega.
En la Asamblea Nacional de Nicaragua hay desde marzo del año pasado dos iniciativas de ley que apuntan a la destrucción total de los misiles, pendientes de discusión.
En relación a estas propuestas, la posición del Ejército de Nicaragua ha sido la de no destruir el 20 por ciento de estos cohetes tierra-aire para la defensa del país.
'Estados Unidos reconoce soberanía a Honduras para armarse y eso lo reconozco como una decisión soberana, pero también es una decisión soberana de Nicaragua defender el armamento que tiene', agregó.
Afirmó que está dispuesto a negociar con los centroamericanos sobre el asunto de reducir gastos destinados para armas ofensivas y utilizar los fondos que se ahorren para la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Las fuerzas opositoras en la Asamblea Nacional anunciaron anoche, por separado, que votarán a favor de la destrucción de 651 misiles antiaéreos, pese a la negativa de Ortega.
El anuncio fue hecho por los máximos dirigentes del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) y de Alianza Liberal Nicaragüense (ALN), que reúnen a 48 de los 92 diputados de ese poder del Estado, incluido el ex mandatario Enrique Bolaños (2002-2007).
La eliminación de los cohetes requiere de 47 votos para su aprobación
Nota del día Honduras no se fortalece con aeronaves bélicas
Las Fuerzas Armadas, FFAA, negaron ayer que la Fuerza Aérea Hondureña se esté rearmando con aviones de guerra. Así lo corroboró también la embajada de Estados Unidos en Nicaragua.
La reacción de la institución castrense y de la oficina diplomática estadounidense se debe a las declaraciones ofrecidas por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que calificó el pasado sábado como “absurdo e inconcebible” la destrucción de los cohetes tierra-aire conocido como Sam-7 que posee el ejército nicaragüense.
La postura de Ortega se debe a que “el gobierno de EUA aprobó renovar la flota aérea de Honduras”, dijo.
Reacción
La oficina diplomática de Estados Unidos en Nicaragua emitió un comunicado luego de esas aseveraciones.
“Honduras, como país autónomo y soberano, no necesita aprobación de otro gobierno para renovar su flota aérea.
Adicionalmente, Estados Unidos no está entregando ninguna aeronave de guerra a Honduras. EUA y Honduras comparten una larga relación de cooperación entre sus fuerzas militares, principalmente para combatir el tráfico de drogas.
Desde hace más de un año, el gobierno de Honduras decidió usar un fondo donado por Estados Unidos para comprar ocho aeronaves, conocidas como ‘Storm Rally’, los cuales son aviones pequeños para vigilancia aérea encaminada a detectar y desalentar las actividades de los narcotraficantes.
Estos aviones no tienen ninguna capacidad ofensiva y todavía no han sido entregados al gobierno hondureño. Nicaragua, tanto como otros países en Latinoamérica, también recibe estos fondos estadounidenses conocidos como programa de financiamiento a fuerzas militares extranjeras, orientados a la modernización.
EUA espera que Nicaragua continúe en el camino ya establecido de destrucción de todos los misiles Sam-7”.
El vocero de las FF AA de Honduras, José Lobo, dijo que en ningún momento estos aviones son de combate o de guerra.