'Si cuidamos una generación, no habrá límites para la bendición', manifestó el pastor Roy Santos en el evento 'Niños a una Voz', que reúne a los infantes para orar por Honduras desde hace nueve años en el estadio Francisco Morazán.
Miles de pequeños elevaron sus voces y pidieron por el país, la iglesia, la familia, la niñez y para que frene la violencia.
Santos, el organizador de la reunión de oración, proclamó tiempos de gloria y pidió tener fe en Dios, ya que es la única forma de agradarlo y que responda las oraciones.
'Somos producto de un propósito eterno y por eso la vida humana debe ser respetada. Necesitamos a Dios para vivir y si lo buscamos, él nos va a bendecir', agregó.
El vice alcalde Eduardo Bueso, que estuvo presente en el evento, declaró a San Pedro Sula como la capital de la oración en Honduras.
'Yo creo que no es con armas que vamos a combatir la violencia, es con la oración. Se han desarrollado muchos actos en esta ciudad y creo que San Pedro Sula también debe ser la capital de la oración', consideró.
Las oraciones
Una leve llovizna caía en el Morazán mientras siete niños tomaban entre sus manos las biblias para elevar cada uno una oración a Dios.
El pequeño Estaban Paredes oró por la nación. 'En nuestro país hay corrupción y se derrama mucha sangre. Señor, sana nuestra tierra y nuestra economía. Danos seguridad para que podamos vivir en paz', pidió.
Le siguió Claudia Carranza orando por la Iglesia. 'Que no entre ninguna falsa doctrina y que las iglesias entiendan que Dios las respalda y que nunca serán abandonadas', proclamó.
La tercera oración fue por la familia y estuvo a cargo del niño Moisés Franco. 'Te pido Dios para que en cada familia haya comunión y paz y que tú detengas toda tempestad', suplicó.
Brayan Mejía oró por toda la niñez. 'Clamo a ti por los niños más pobres, por los que no tienen papás y sufren en soledad. Que todos nos volvamos a ti y que nos des entendimiento'.
La niña Martha Mejía pidió a Dios que detenga cualquier desastre natural que quiera azotar a Honduras. 'Que todo fenómeno natural se detenga, cubre a Honduras con la sangre de Cristo', manifestó.
El infante Carlos Enamorado pidió perdón a Dios por los pecadores y el niño Eli Pineda finalizó clamando para que cese la violencia.
'Sé que no te complaces con la maldad; quebranta toda obra maligna en nuestro país', pidió. Al final pastores de todo el país proclamaron bendición y pidieron sabiduría para los gobernantes. <