Con apenas 14 años, Rosita, como la llamaremos para proteger su identidad, quien solamente llegó hasta sexto grado, dice estar preparada para hacerle frente a la maternidad y se suma a la creciente cifra de partos en adolescentes que se reporta en el hospital Materno Infantil, donde acudió el equipo de Diario LA Prensa para conversar con ella y poder desnudar la realidad de las niñas que cambian las muñecas de trapo por las de verdad.
La menor, visiblemente fuerte luego de haber pasado varias horas en la sala de parto, afirma con una inocente voz que no siente temor ni incertidumbre por cuidar a su pequeña, ya que ha adquirido mucha experiencia al tener que estar al pendiente de sus hermanos menores.
Ella es la tercera de seis hermanos y aún no sabe si continuará sus estudios, pero de lo que sí está convencida es que se convertirá en un ama de casa.
Su pareja, otro menor de edad que apenas llega a los 17 años, le ha dicho que se hará responsable y que no necesita estudiar ni trabajar, una idea de la que ella parece también estar convencida.
'Él tiene un buen trabajo y está muy contento con nuestra bebé', expresó la menor, que no paraba de mirar en cada momento y con ilusión a su recién nacida mientras ella estaba dormida plácidamente, ajena de la realidad que viven sus padres y de la que ella tendrá que formar parte.
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Rosita tuvo que pasar en el hospital alrededor de tres días junto con su bebé, ya que por su corta edad la Dirección Policial de Investigación (DPI) debe levantar un expediente sobre su caso antes de darle el alta.
'Mi pareja no vino porque algunas personas le dijeron que podía tener problemas con las autoridades si lo encontraban aquí, pero él esta pendiente de nosotras', comentó.
En la entrevista afirmó que sus padres están contentos con su embarazo; sin embargo, y para sorpresa nuestra, minutos después llegó una hermana suya que afirmó que no era así y que en muchas ocasiones le advirtieron de cuidarse para evitar un embarazo.
Luego de eso, su expresión cambió por completo, su mirada se perdió en el piso y una sonrisa nerviosa, propia de la inocencia de esa edad, se apoderó de ella; sin embargo, con voz baja... casi susurrando, tratando de evitar que su familiar escuchara, nos dijo que estaba emocionada por su bebé.
Rosita tuvo un parto normal y aún no descarta tener un próximo embarazo, pues dice que le gustan los niños. Lo cierto es que en aquella cama de hospital parecía una niña emocionada porque jugaba con una nueva muñeca.
Un problema grave
La maternidad en adolescentes continúa siendo un serio problema en Honduras, así lo advirtió en 2017 el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) a través de su representante Cecilia Maurente.
Y es que solo en el hospital Materno Infantil actualmente se registran hasta 21 partos diarios de menores de edad, informó José Guifarro, médico de turno de la sala de parto de este centro.
En este centro médico se ha atendido incluso a niñas de hasta 12 años. Para la mayoría de las menores representa su primer parto, pero en promedio estas comienzan su vida sexual tres años antes de dar a luz.
Del 100% de los partos en este centro hospitalario, alrededor del 25% corresponden a menores de 19 años, así lo indicó Yelba Cuadra, jefa de Estadísticas de ese centro asistencial, en enero de 2018 a Diario LA PRENSA.