17/04/2024
07:00 AM

Dura realidad: 'María' cambió útiles escolares para cuidar a su bebé

La falta de comunicación en las familias propician que Honduras sea el segundo país con mayor cantidad de embarazo adolescente en latinoamérica.

San Pedro Sula, Honduras.

Está lista para salir de la sala de maternidad del hospital Leonardo Martínez de San Pedro Sula, zona norte de Honduras. Aún débil por el parto, arrulla a su bebé con gran ternura mientras espera que llegue su pareja para regresar a casa, ubicada en la colonia Lomas del Carmen.

Han pasado tan solo 24 horas desde que dio a luz y su rostro está pálido. El momento de dejar una de las 20 camas de la sala de labor y parto de este centro llegó. Parió de manera natural y su bebé está sano. Aparentemente todo marcha bien; sin embargo, el único problema es que ella solo tiene 16 años.

María, nombre que usaremos para proteger su identidad, vive desde hace más de un año con su pareja, un joven de 19 años. Ella cuenta que su madre estuvo de acuerdo con que se fuera a vivir con él. Ambos ni siquiera han terminado su colegio y ya adquirieron la responsabilidad más grande de la vida: criar a un niño.

Además, las condiciones de vida en la colonia donde viven son muy difíciles ya que es una zona donde la violencia y las actividades ilícitas han provocado el desplazamiento de muchas familias. María comenta, con cierto nerviosismo, que su pareja trabaja en 'algo de carros' y que con eso sobreviven. Ella sueña con terminar su bachillerato, una meta que no sabe si logrará cumplir.

Embarazadas 1

La familia, la base corroída

Historias como la de María se repiten todas las semanas en los hospitales públicos de Honduras, donde decenas de adolescentes llegan a diario en busca de atención médica durante la gestación. Incluso se han reportado casos de niñas de apenas 12 años de edad listas para dar a luz, conforme dijeron a Diario LA PRENSA los profesionales de la salud del Leonardo Martínez.

Según el informe del Fondo de Población de la ONU (UNFPA) de 2017, Honduras tiene una tasa de 101 nacimientos por cada 1,000 mujeres de 15 a 19 años, la segunda 'más elevada' de Latinoamérica, la cual se ha mantenido 'estática' en los últimos diez años.

Generalmente se piensa que el problema radica fuera de casa, no obstante, la psicóloga Magdalena Turcios indica que en realidad su raíz está en el seno del hogar.

'Los padres no se están preocupando por trabajar correctamente la parte afectiva con sus hijos', señala la especialista, que atiende unos 8 casos diarios de adolescentes con conductas de riesgo en el hospital Mario Catarino Rivas.

Turcios comentó que un joven que no es orientado adecuadamente corre el riesgo de caer en conductas no adecuadas, que encierran problemas por drogas, enfermedades de transmisión sexual, asociación ilícita y embarazos prematuros, todas prevenibles si existe una comunicación efectiva en el hogar.

Aun los abusos sexuales generalmente se dan en el hogar, puesto que los niños a edades muy tempranas son dejados, por necesidad o descuido, a cargo de familiares o vecinos que se aprovechan de ellos porque no se pueden defender por sí mismos.

Embarazadas 12

La comunicación es la clave

La etapa de la adolescencia es muy importante para el buen desarrollo de la personalidad del ser humano, por lo que el papel de los padres es fundamental para los jóvenes, pero, actualmente, las familias tienen problemas para pasar tiempo juntos.

'Hoy en día en los ambientes familiares hay mucha permisividad, no hay reglas claras, y esto es lo que está fallando', critica la psicóloga.

La situación económica del país exige, en la mayoría de los casos, que ambos padres trabajen para poder mantener el hogar, por lo que los tiempos para compartir en familia se reducen a unos cuantos minutos. La psicóloga Turcios recomienda dedicar al menos 20 minutos para compartir con los hijos.

Añadió: 'Mientras los padres no se responsabilicen y permitan un diálogo positivo con sus hijos muy difícilmente mejorará esta situación'.

Para los jóvenes es importante cultivar el sentido de pertenencia a un grupo, por ello la familia es el primer círculo social al cual están expuestos, y si este no es funcional entonces buscarán en el exterior quien satisfaga esa necesidad. Es ahí donde se vuelven presas fáciles de las amistades nocivas.

'Los padres son el primer apoyo que los niños tienen: si en el ambiente familiar no se da esa relación genuina con buenos lineamientos de crianza, entonces, es cuando el adolescente va a dar de narices a la sociedad porque se encuentran con un montón de situaciones que no saben manejar', apuntó Turcios.

Embarazadas 3