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Ministerio Público prepara acusación contra Rigoberto Paredes

  • 16 septiembre 2015 /

El supuesto victimario del abogado Eduardo Montes realizó anoche varias pruebas en Medicina Forense.

Tegucigalpa, Honduras

Rigoberto Andrés Paredes Vélez, de 28 años, confeso asesino del abogado Eduardo Montes, pasó la noche detenido luego de realizar varias pruebas en la tarde y noche del miércoles en Medicina Forense para confirmar su inocencia o culpabilidad.

Paredes Montes, supuesto autor del crimen ocurrido en la mañana en el piso 15 de la torre uno del edificio Metrópolis, permaneció detenido tras efectuar pruebas psicológicas, psiquiatricas, físicas y toxicologicas, entre otras.

Las pruebas también incluyen los análisis de las prendas de vestir y los técnicos de la ATIC realizaban el análisis de los videos de las cámaras de seguridad y del contenido del teléfono celular decomisado al atacante.

Como parte del proceso de investigación, las autoridades decomisaron la camiseta gris que vestía el asesino, así como su pantalón jeans y sus burros café, ya que todas las prendas estaban manchadas con sangre.

“Se decomiso el cuchillo, la ropa y los zapatos para realizar las pruebas de ADN correspondientes para identificar la sangre del hechor y la de la víctima”, dijo una fuente ligada a las investigaciones.

Hasta en horas de la noche, Rigoberto Paredes no había sido llevado a los Juzgados de Letras de lo Penal en donde sería presentado en audiencia de declaración de imputado por el delito en su contra.

El Ministerio Público analiza acusarlo de asesinato, aunque podría tener agravantes ya que el crimen incluiría la premeditación porque el agresor desde antes de comenzar la discusión con el abogado ya portaba el arma homicida en su vestimenta.

Rigoberto Paredes, un joven ingeniero en sistemas, hijo de los escritores Rigoberto Paredes -ya fallecido- y de Anarella Vélez, fue vinculado al crimen casi de manera inmediata de que fuera capturado por los miembros de seguridad del edificio.

La causa

El joven, quien además era ilustrador gráfico y compartía el piso con su víctima, habría atacado con un cuchillo de cocina a Montes, a quien le habría recriminado por ser el defensor del la vicepresidenta -suspendida- del Congreso Nacional y su familia, acusados junto a otras 12 personas por la supuesta venta irregular de medicinas a la Secretaría de Salud.

Según relato de testigos, la discusión se origino luego que Rigoberto le reclamo a Montes el hecho de que representara a la familia Gutierrez, supuestamente ligados a la empresa Astropharma cuyos socios están acusados de suministrar medicamentos de baja calidad a la Secretaria de Salud.

Durante la discusión, Paredes Veléz mencionó al abogado que estaba “indignado por la falta de medicamentos”, por lo que el intercambio de palabras termino cuando el joven de profesión ingeniero en sistemas saco de su bolsillo un cuchillo de cocina y atacó a puñaladas al profesional del derecho.

Heridas de muerte

Según las autoridades el abogado recibió ocho puñaladas: cinco en el cuello y tres en el pecho. Al momento de ser atacado, el abogado y su victimario ingresaron al ascensor lo que fue aprovechado por una de las secretarias para avisar al departamento de seguridad del centro comercial, quienes procedieron a revisar las cámaras y observaron el ataque deteniendo el ascensor en el piso 14.

Al abrirse la puerta, el asesino salió corriendo hacía las gradas dejando a su paso las huellas de sus zapatos estilo burros marcadas con sangre. En su huida dejó atrás, al abogado que en un intento de pedir auxilio caminó, tratando de salir del ascensor, pero las graves heridas le robaron la fuerza y cayo al piso del ascensor ya sin vida, mientras que uno de sus pies quedo afuera del ascensor.

Mientras bajaba las gradas, el asesino era observado por los guardias que monitoreaban las cámaras de seguridad y quienes al mismo tiempo daban instrucciones a sus compañeros que escalaban las gradas para detener al criminal. En su intento de escape, mientras bajaba las gradas el asesino tiro por las escaleras el cuchillo pequeño que utilizó para cometer el crimen, lo cual fue observado por los guardias quienes ya sabía la ubicación del arma homicida para el momento en que llegaran las autoridades correspondientes.

Paredes Veléz fue interceptado por los centinelas cuando bajaba las gradas del cuarto nivel. De inmediato los uniformados le ordenaron que se entregara porque ya sabían que había matado al abogado y que de nada le serviría oponerse a su arresto.

Supuestamente entre los que participaron en la captura se encuentran dos exmiembros de la Policía Nacional quienes también le leyeron sus derechos y le quitaron los cordones de los zapatos para atar sus manos, manchadas con sangre hacía atrás y así evitar que las mismas se contaminaran y obstaculizaran el proceso de investigación.

Sometido a la impotencia, Rigoberto Paredes confesó en una pequeña declaración ante las autoridades que mató al abogado por cuestiones personales y que estaba “indignado por la falta de medicamentos” en el sector Salud.

Las autoridades se tardaron cerca de 30 minutos para realizar el levantamiento del cadáver, pero el mismo fue trasladado a la morgue del Ministerio Público hasta la 1:00 PM.

A eso de la 1:30 pm, Paredes Veléz fue sacado del edificio y traslado hasta la posta de la colonia Kennedy y de allí al Instituto de Ciencias Forenses.