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Micheletti: Un héroe tachado de golpista

  • 27 enero 2010 /

Para algunos Roberto Micheletti Baín se convirtió en un villano. Para la mayoría, es el personaje que salvó la democracia.

Para muchos gobiernos extranjeros e incluso, para un sector de hondureños, Roberto Micheletti Baín se convirtió en un villano. Para la mayoría, es el personaje que salvó la democracia por una sencilla razón: logró que se realizaran las elecciones generales de noviembre pasado, comicios que estaban amenazados.

Micheletti fue juramentado como Presidente Constitucional de la República por el Congreso Nacional, en sustitución de Manuel Zelaya Rosales, el pasado 28 de junio. A partir de ese día las presiones y amenazas iniciaron.

Por no doblegarse a las presiones internacionales la embajada de Estados Unidos optó por revocarle la visa a él y a parte de su gabinete.
También, la Asamblea General Extraordinaria de la Organización de los Estados Americanos, OEA, decidió suspender el derecho de participación en la institución a Honduras.

A Micheletti no sólo le tocó luchar contra las injerencias del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sino que tomó un gobierno con una deuda interna de 13,700 millones contraída con bancos nacionales.

De eso han transcurrido ya siete meses en los cuales se destacó por su desempeño a favor de la democracia y dejó claro ante los ojos del mundo y especialmente de América Latina que Honduras rechaza el socialismo promovido por Chávez.

El ahora ex mandatario fue objeto de burlas y lo tildaron de golpista. Recibió amenazas a muerte y por su cabeza ofrecían un millón de dólares, según denunció. “Nosotros hemos confirmado que un ciudadano de Venezuela hizo unas ofertas, incluso se trasladó hasta La Mosquitia, donde nos dimos cuenta de que había una oferta de un millón de dólares para asesinarme”, declaró Micheletti.

Pero ni las presiones, ni el aislamiento a través de la suspensión de ayudas de organismos e instituciones de crédito internacional lo hicieron flaquear.

Medios no favorecieron

Otro de los obstáculos con el cual luchó fue con la información difundida por algunos medios nacionales e internacionales, que se empeñaron en transmitirle al mundo sólo una ínfima parte de la historia.

Tanto en medios televisivos, a través de internet y radio se volcaron desde el inicio a apoyar al ex presidente Zelaya, sin darle la oportunidad a las autoridades legalmente nombradas a explicar que lo que había ocurrido era y es respaldado por las leyes hondureñas.

“Quieren intimidar a la población con falsa información, se les acusará de terrorismo mediático”, expresó Micheletti tras desmentir información en la que se decía que había sido detenido por militares y expulsado del país en la madrugada. También pidió respetar la “libre autodeterminación” de los pueblos.

“Es una determinación hecha por el pueblo hondureño y, simple y sencillamente, hay un establecimiento claro, legal que hay una sucesión constitucional”, indicó.

El ataque mediático contra las nuevas autoridades y el llamado a la violencia de los mismos medios de comunicación nacionales obligaron a aprobar en consejo de ministro el decreto PCM-M-016, el cual decía “a toda persona que sea encontrada fuera del horario de circulación establecido, o que de alguna manera se presuma como sospechoso por las autoridades policiales y militares de causar daños a las personas o a sus bienes, según el artículo 187 de la Constitución de Honduras, el Gobierno tiene la potestad de suspender los derechos citados en los casos de “invasión del territorio nacional, perturbación grave de la paz, de epidemia o de cualquier otra calidad general”. Después de este anuncio, Zelaya Rosales, desde la embajada de Brasil denunció que el decreto “es una barbaridad que indigna” y volvió a llamar a la resistencia a salir a las calles aunque se “derramara sangre”.

Héroe nacional

Las acciones de Micheletti contagiaron de confianza a miles de hondureños y mientras la comunidad internacional creía que no duraría ni una semana en el poder, él respaldado por la Carta Magna cumplió su promesa de apoyar las elecciones generales para ponerle fin a la crisis política.

El esfuerzo y valentía del mandatario fue reconocido con un homenaje en el cual fue declarado como “El primer héroe nacional del siglo XXI” y como diputado vitalicio por su trayectoria política. También, cientos de hondureños le mostraron su cariño solicitando en Casa Presidencial tomarse una fotografía y conseguir un autógrafo.

Otros se reunieron en la Plaza La Democracia, el pasado 17 de enero, en las inmediaciones de la Casa Presidencial, para rendir homenaje y despedir de su cargo al ahora ex presidente que contra viento y marea peleó por Honduras.

Al acto coordinado por la Unión Cívica Democrática asistieron personas de diferentes edades y estratos sociales.

Miembros de la UCD consideran a Micheletti Baín “un baluarte de la libertad y defensor de la democracia”. Éste fue sólo uno de los muchos homenajes ofrecidos. “Que viva el presidente Micheletti que se las jugó con este pueblo; nos la jugamos junto, pueblo, Ejército y Gobierno”, agregaron. También se le agradeció a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y diputados.

Su compromiso

El nombre de Roberto Micheletti Baín quedará grabado en la historia del país porque cumplió al pie de la letra lo que prometió el día que fue juramentado.

“Mi tarea inmediata será la de trabajar incansablemente para restablecer la paz y la tranquilidad que hemos perdido, trabajaré para reafirmar la paz y la hermandad entre todos los hondureños. Trabajaré por la justicia social para que de una vez para siempre no existan odios, divisiones, ni resentimientos ni injusticias entre los hondureños.

Mi consigna será la conciliación de la gran familia hondureña y el gran diálogo nacional. En mi poco tiempo como gobernante me dedicaré incansablemente a buscar la seguridad, erradicar la pobreza, el hambre, la falta de techo y la incertidumbre por la falta de trabajo en las familias más necesitadas.

Prometo engrandecer nuestro estado de derecho, fortificar constituciones democráticas y trabajar en armonía con todos los poderes del Estado. Vamos a fortalecer el sistema electoral y político para que las próximas elecciones del 29 de noviembre sean las más transparentes y las más democráticas de la historia de Honduras. A todos los hondureños y hondureñas, hoy no hay vencedores ni vencidos, la patria es de todos, pero sí hay héroes y patriotas, hombres y mujeres responsables que han tomado decisiones con valentía inspirada en los altos valores de la patria, para ellos el agradecimiento imperecedero de la patria”, expresó.