16/04/2024
12:06 AM

'Mi papá me estrelló la cabeza en el piso”: relata niña de 12 años

San Pedro Sula, Honduras.

El pánico irradiaba en sus ojos que apenas contenían las lágrimas, con voz temblorosa y apenas audible repetía: “Mejor no digamos nada, porque si mi marido sabe que contamos algo, nos va a matar”.

Estaba aterrorizada, temblaba, y una vez más su miedo a otra salvaje golpiza la convenció de callar los abusos de los que es víctima; pero su hija de 12 años, quien la acompañaba, se armó de valor e irrumpió en la conversación.

“Yo sí contaré todo”, dijo la niña a Diario LA PRENSA, reflejando en el rostro su lucha interna entre la rabia, el temor y la impotencia.

La menor, a quien llamaremos Marlina, también es víctima de brutales maltratos en su casa.

Inhumano

“Una vez mi papá me pegó tanto que sangré y me oriné encima. Yo estaba en el piso y él me estrelló la cabeza contra el suelo”, relató la niña al recordar una de las tantas crueles palizas que le ha propinado su padre.

Diario LA PRENSA reveló ayer que desde 2010 han ingresado 121,582 casos de violencia doméstica a los juzgados de Honduras, según el Centro Electrónico de Documentación e Información Judicial (Cedij).

Además expertos estiman que hay igual o más casos de maltrato que nunca salen a la luz.

A man is beating his wife on a bed

Muchos padres, además de abusar de sus mujeres también maltratan a los hijos física y sicológicamente.
Los abusos contra Marlina y su madre son apenas uno de esos incontables casos que permanecen por años en la clandestinidad.

“Un día a mi mamá le dejó el ojo morado y también le pegó en un lado de la cara y después, por el dolor, ella no podía ni comer por ese lado”, contó la menor.

En Honduras, el sexo femenino es el más afectado por la violencia doméstica, pues de los 121,582 casos en los juzgados, en 112,228 las víctimas son mujeres y en 9,354 casos son hombres.

Desahogo

La madre de la pequeña, dominada por el miedo, negaba todo.

“Eso era antes. Ya no me pega”, aseguró.

Pero la pequeña niña, sin pretenderlo, desmintió a su progenitora.

“El mes pasado mi papá se peleó con mi mamá y él quebró todo en la casa”, contó llorando Marlina .

Su madre finalmente aceptó que soporta los maltratos, pues depende económicamente de su esposo y no tiene adonde huir con sus hijos.

La niña siguió desahogándose. “Después de pegarnos, mi papá no pide perdón, se porta como que nada pasó. También nos insulta. La última vez me pegó con una faja. Me dejó marcada la espalda”, contó Marlina.

La niña reveló que por miedo nunca han denunciado a su padre, pero suplica para que termine la pesadilla de abusos en que viven.

“Quisiera que mi mamá lo dejara. Me acuesto pensando por qué es así mi papi”, expresó con nostalgia.

Foto: La Prensa



Violencia desatada

Las cifras de violencia doméstica en los últimos años son devastadoras y alarmantes. Según el Cedij, la unidad técnica jurídica oficial encargada de recopilar, clasificar, analizar, digitalizar y publicar la información estadística del Poder Judicial, en 2011 hubo 20,452 casos de violencia doméstica en los juzgados.

En 2012 se ingresaron 20,861 a los Juzgados de Paz y los Juzgados de Letras de Honduras, en 2013 hubo 21,170, en 2014 se ingresaron 19,548 y en 2015 hubo 19,337.

Datos
Miles de denuncias por violencia intrafamiliar
Según las estadísticas del Ministerio Público, recibieron más de 1,200 denuncias por violencia intrafamiliar, en el período de enero hasta mayo del presente año.
El sociólogo Julio Navarro expresó que todas las formas de violencia en un hogar son inaceptables; pero señaló que la peor es la ejercida contra niños.

“La violencia más grotesca es la de padres contra hijos. En un hogar, un padre puede comenzar agrediendo a su mujer, pero a veces luego abusan de sus hijos de distintas formas. Incluso hay casos de violaciones de padres a hijos, independientemente del sexo que tengan los vástagos”, declaró Navarro.

Agregó que uno de los factores que influye en que persista la violencia doméstica en Honduras es que la sociedad aún no se desprende del todo de su origen patriarcal.

“El hombre siempre ha buscado obediencia de la mujer con base en el rigor, y en el extremo lo hace con violencia, porque al hombre lo educaron creyendo o miró actitudes en que el hombre es el que decide todo; y cuando no hay obediencia, la respuesta es imponer un castigo. Es culturalmente heredado”, explicó.

La Violencia de padres contra hijos es de las más preocupantes. Se debe poner un alto

Julio Navarro, sociólogo
Navarro señaló que ahora hay otros factores que también dan origen a la violencia doméstica.

“El alcoholismo y las drogas son ahora también causa de violencia doméstica. Eso agudiza la violencia y ya no se debe fundamentalmente a que el hombre cree que no hay obediencia, sino que agrede como una respuesta violenta a su estado emocional alterado por lo que consume”, declaró.

Cambio cultural

La terapeuta Cristina Alvarado, quien es parte del equipo de dirección del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, manifestó que es urgente acabar con la actitud del machismo en Honduras.

Mientras no haya castigos más severos, seguirá la violencia contra las mujeres

Cristina Alvarado, terapeuta
“Debe haber un cambio cultural. No se puede aceptar la violencia contra las mujeres bajo ninguna circunstancia. No es algo negociable, una mujer no debe aceptar los golpes solo por depender económicamente de un hombre o si su pareja siente celos o como un sacrificio por sus hijos”, expresó Alvarado.

La terapeuta aclaró que la ley no estipula castigos suficientemente fuertes contra los agresores.

“Mientras las leyes sean blandas y continúe la impunidad contra quienes atacan a las mujeres, este problema seguirá, porque un agresor sentirá que no enfrentará consecuencias por más crueles que sean los abusos contra su pareja”, lamentó y agregó que no descarta que en 2016 aumenten otra vez las cifras de violencia contra las mujeres.