'Heliberto ha cambiado. Está con Dios. Para él, el 3 de octubre no llegará; pero si llega, él dice que El Creador tendrá su alma'. Éstas son palabras de Mirna Suyapa Aceituno, madre del hondureño Heliberto Chi Aceituno, que será ejecutado en Estados Unidos el 3 de octubre.
A menos de 16 días de este hecho, doña Mirna expresa sus impresiones luego de haber visitado a su hijo en dos ocasiones en una cárcel de Texas.
A través del teléfono, Mirna denota tranquilidad, aunque por ciertos momentos su voz la traiciona al expresar tonos de tristeza.
'Cuando llegué a Estados Unidos, hace unos 15 días, pensé que no me iba a poder controlar, creí que iba a llorar al verlo, pero bromeamos, me preguntó por la familia, nos reímos y hasta me preguntó cómo marchan las cosas por Honduras. Está cambiado', relató Mirna antes de afirmar que su hijo 'se enojaba mucho'.
Su alegría decae, cuando se le pregunta si ha podido abrazarlo en las dos visitas sabatinas de un máximo de dos horas de duración. 'Las visitas son a través de vidrios, no le podemos llevar comida, ni tocarlo, ni darle besos'.
Petición
De acuerdo con un asesor legal que ella logró contactar, en las semanas que siguen podría visitarlo un día entre lunes y viernes durante cuatro horas.
Las informaciones que ella maneja apuntan a que también le permitirán verlo durante las ochos horas de los días 1 y 2 de octubre, antes de la ejecución por inyección letal, que se le aplicará a las 6.50 de la tarde, según el testimonio de la madre. Doña Mirna dice desconocer si las autoridades gubernamentales avanzan en la petición de clemencia que anunciaron desde finales de agosto, pero espera un milagro que salve a su hijo.
En busca de clemencia
Enrique Reina García, vicecanciller dice que están recibiendo asesoría de México y otros países de CA que tienen experiencia en este tipo de solicitudes.
'En los próximos días estaremos enviando el documento', amplía. La petición, que se dirige a la Junta de Clemencia del Estado de Texas, consiste en pedir una disminución de la pena, que en este caso sería cambiar el castigo de condena a muerte a cadena perpetua. Honduras ya solicitó clemencia para Roberto Villafuerte en 1998, pero no se obtuvo una respuesta positiva. El cardenal Óscar Andrés Rodríguez también pidió clemencia en nombre de la iglesia Católica. Jorge Rivera, de la unidad de hondureños en Dallas Texas, informó que enviarán un documento similar.