La Esperanza, Intibucá, Honduras.
El alcalde del municipio de Intibucá, Javier Martínez, se salvó de ser linchado luego de intentar ingresar a la casa donde era velada la ambientalista lenca Berta Cáceres.
Un grupo de indígenas del occidente del país reaccionaron molestos con el jefe edilicio, ya que lo acusan de tener responsabilidad en el asesinato de Cáceres. Al notar la presencia del alcalde, los indígenas comenzaron a gritar “fuera, fuera” y “asesino” al alcalde.
La turba inició una persecución por varias calles de La Esperanza, adonde el alcalde consiguió escapar ileso, aunque alcanzó a ser agredido.
Según el relato de Martínez, un grupo de personas que no residen en el municipio de Intibucá y que llegaron de otras partes del país, iniciaron la agresión en su contra calificándolo de “asesino”, por lo que tuvo que retirarse del lugar prudentemente.
“Personas que vinieron de otras partes del país fueron los que iniciaron esta agresión que viví, pero entendemos que todo fue por los ánimos que están un poco alterados, entendemos la situación y lo que nosotros consideramos es retirarnos prudentemente del lugar para que no hubiera más desorden”, relató. Sobre los motivos que provocaron los insultos, Martínez respondió que desconoce las causas.
Lamentó lo ocurrido, pero afirmó que su conciencia está tranquila. “Realmente desconozco el porqué esas frases de asesino tan pesadas, realmente lamento de que se hayan expresado de esa manera, pero nuestra conciencia está tranquila, nosotros somos del pueblo, vivimos en el pueblo y no tenemos de ninguna manera ninguna enemistad para pensar en algo más fatal”, indicó.
El alcalde del municipio de Intibucá, Javier Martínez, se salvó de ser linchado luego de intentar ingresar a la casa donde era velada la ambientalista lenca Berta Cáceres.
Un grupo de indígenas del occidente del país reaccionaron molestos con el jefe edilicio, ya que lo acusan de tener responsabilidad en el asesinato de Cáceres. Al notar la presencia del alcalde, los indígenas comenzaron a gritar “fuera, fuera” y “asesino” al alcalde.
La turba inició una persecución por varias calles de La Esperanza, adonde el alcalde consiguió escapar ileso, aunque alcanzó a ser agredido.
Según el relato de Martínez, un grupo de personas que no residen en el municipio de Intibucá y que llegaron de otras partes del país, iniciaron la agresión en su contra calificándolo de “asesino”, por lo que tuvo que retirarse del lugar prudentemente.
“Personas que vinieron de otras partes del país fueron los que iniciaron esta agresión que viví, pero entendemos que todo fue por los ánimos que están un poco alterados, entendemos la situación y lo que nosotros consideramos es retirarnos prudentemente del lugar para que no hubiera más desorden”, relató. Sobre los motivos que provocaron los insultos, Martínez respondió que desconoce las causas.
Lamentó lo ocurrido, pero afirmó que su conciencia está tranquila. “Realmente desconozco el porqué esas frases de asesino tan pesadas, realmente lamento de que se hayan expresado de esa manera, pero nuestra conciencia está tranquila, nosotros somos del pueblo, vivimos en el pueblo y no tenemos de ninguna manera ninguna enemistad para pensar en algo más fatal”, indicó.