La ambición desmedida por el dinero aparentemente fácil o la imperiosa necesidad de un empleo empuja diariamente a cientos de hondureños a caer en las diversas trampas que tienden los estafadores sudamericanos que han encontrado en Honduras un terreno fértil para despojar de recursos económicos a los ciudadanos.
Desde personas sin formación académica hasta médicos son estafados por individuos expertos en engatusar a quienes buscan oportunidades económicas en un mercado aletargado y contraído.
El comisario Jairo Ramos, jefe noroccidental de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), ha conocido decenas de estas víctimas, entre ellas, personas que (después de enviar la hoja de vida y $200 a un supuesto reclutador de empleados) se presentan a los mostradores de las aerolíneas u otros negocios del aeropuerto Ramón Villeda Morales para informarle a los empleados que han sido contratados como gerentes. Lamentablemente han sido engañados.
“Las víctimas han llegado a las aerolíneas, saludan y dicen:
—Buenas, ¿cómo están? Yo soy el nuevo gerente operativo.
—Permítame, le responden los empleados.
—Yo soy el gerente y de Tegucigalpa no me han dicho nada, dice el gerente real. ¿Cómo lo contrataron?, le pregunta.
—Yo envié mi curriculum a Estados Unidos y los $200.
Al final le explican que la empresa no hace contrataciones de esta manera (...)”, relata.
“No hablo solo de un caso, hubo una semana que llegaron cinco personas (y eran más) a diferentes aerolíneas, negocios, rentadoras de vehículos. Aquí han bailado hasta a médicos, médicos que están esperando acuerdos dicen: ‘Mandé el curriculum, la foto y hasta posando para que esos desgraciados me sacaran L5,000”, ejemplifica.
Entre los estafados también están algunos maestros desempleados que entregan dinero a reclutadores a cambio de una plaza en el Programa de Educación Comunitaria (Proheco).
" Es importante abrirle los ojos a las personas para que no sean engañadas por estafadores. "
Lo desalentador para las autoridades policiales es que muchas de las víctimas, después de haber descubierto el artificio y ver delincuentes capturados, siguen esperando el dinero prometido.
En Comayagua, por ejemplo, algunas personas estafadas con el ardid de la Caja Fuerte “están ciegas, todavía esperan (...) la caja fuerte con el dinero real aunque “ya vieron que era papel”, según Ramos.
La estafa de la Caja Fuerte, ampliamente utilizada en América del Sur, llegó a Honduras, pero las autoridades evitaron que una cantidad considerable de pequeños empresarios se sumaran a la lista de estafados.
Extranjeros y hondureños (decían ser inversionistas) contactaban a comerciantes por medio de WhatsApp y luego se reunían para hablar de la oferta. Entonces, les ofrecían importantes sumas de dólares dentro de una caja fuerte para crear o expandir el negocio.
Para recibir la clave y abrir el dispositivo con los billetes verdes, las víctimas tenían que pagar en efectivo un “seguro” que oscilaba entre L30,000 y L100,000. Infortunadamente, después de dar ese paso, los inversores desaparecían y dentro de la caja dejaban dólares falsos.
En una entrevista con Diario LA PRENSA, Ramos explicó que “La Caja Fuerte es una situación que se dio. Ya, ahora mismo, desde que salieron las capturas en Comayagua y Dipampco dio a conocer cómo estaban engañando a los comerciantes (...)” desapareció.
“En este caso, la conducta era extranjera, pero las personas que se localizaron eran hondureñas”, dijo el comisario.
En el universo de las estafas se volvió típica la trampa de los paquetes que —según los delincuentes— contienen hasta cinco laptops Apple y otros dispositivos enviados desde el extranjero. Para retirar la enmienda de Aduanas deben transferirle antes dinero al remitente.
“Es importante abrirle los ojos a la gente para que no sea engañada”, dice Ramos.
Una de las bandas cayó en Perú
Lima. Tenían página web, alquilaban locales suntuosos y se mostraban como una financiera bien organizada para ganarse la confianza de pequeños y medianos empresarios en el Perú con el cuento de la inversión a largo plazo.Así inicia un reportaje el portal argentino Infobae sobre las estafas de extranjeros en Perú.
Las investigaciones señalan que le entregaban cajas fuertes a sus víctimas las cuales supuestamente contenían cientos de miles de dólares, a cambio de ellas les solicitaban miles de dólares como “un seguro”.
Sin embargo, las cajas solo tenían billetes burdamente falsificados. La Policía Nacional del Perú logró capturar a esta banda de ciudadanos colombianos denominada “Los Parceros de la Estafa”.
Las víctimas que finalmente descubrían la verdad e intentaban contactarse con los estafadores eran amenazadas. A través de WhatsApp les enviaban videos de las Farc o de personas armadas en las que pedían a los empresarios no continuar con las denuncias.
La Policía señala que los delincuentes venían de operar en Ecuador y que, tras estafar a varios empresarios en el Perú, luego irían a Chile a continuar con su accionar delictivo.
A los delincuentes también se les encontró droga y, aparentemente, tendrían un laboratorio de estupefacientes. En la captura también se les incautó un arma de fuego.
