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'Mataron a un buen hombre que buscaba ganarse la vida”

  • 24 noviembre 2015 /

Desde los 14 años comenzó a ganarse la vida trabajando de ayudante en la ruta de buses de la López Arellano.

Choloma, Cortés

No hay consuelo. El llanto invade a la familia de Gerardo Dubón (28), el ayudante de buses que se suma a la lista de los caídos en la masacre de Choloma.

El hombre tenía 14 años de laborar en la ruta del transporte que cubre el sector López Arellano a San Pedro Sula. Su familia asegura que nunca les dijo que tuviera problemaspara sentirse amenazado, al contrario, cada mañana salía contento para cubrir la ruta y regresaba en la noche para descansar.

“Vivía en Trincheras. Empezó de ayudante y se quedó varios años trabajando. Su vida era andar en los buses. Nunca nos dijo que los amenazaran ni que tuvieran miedo a algo. No entendemos por qué se ensañaron con ellos, si solo trataban de ganarse la vida de forma honrada; pero ya no está con nosotros”, dijo una de las sobrinas que desconsolada lloraba por su tío.

La familia poco a poco se fue congregando entre los curiosos que en las afueras de la terminal esperaban impacientes que las autoridades forenses levantaran los cadáveres. Mientras esperaban recordaban las anécdotas y vivencias que compartieron con aquel hombre que calificaron de servicial.

“Nunca decía no. Siempre estaba dispuesto a ayudar. Era solidario y muy humano. No sé por qué la gente buena tiene que morir. Gerardo era una persona noble que no merecía una muerte como esta. Dios que nos dé fuerzas para asimilar este duro golpe”, dijo Elena Dubón.

Gerardo tenía dos semanas de no trabajar. El bus estaba en reparación, pero pese a que tenía libre estaba en la terminal cuando el ataque se dio y se convirtió en una de las víctimas. Con abrazos, los parientes encontraban fuerzas para soportar la pérdida de un joven que deja ejemplo de lucha y bondad. Y ese es el recuerdo al que se aferran para soportar el dolor.