San Pedro Sula, Honduras.
El número de vendedores estacionarios y ambulantes ha crecido significativamente en los últimos cinco años. Se calcula que en ese tiempo, el número ha pasado de ocho mil a diez mil en la ciudad.
La rápida proliferación de los vendedores se evidencia en el cierre parcial de las calles y avenidas de la zona comercial. Los puestos de ropa, zapatos, frutas, verduras, accesorios para celulares, joyería de plata y acero inoxidable han inundado las vías sampedranas.
Los líderes de los buhoneros señalan que el crecimiento se debe, sobre todo, a la falta de empleo y soluciones concretas por parte de la alcaldía para ser reubicados en un espacio digno.
Claudia Pineda, presidenta del Sindicato Nacional de Comerciantes del Sector Informal de Honduras (Sincosih), manifestó que desde hace varios años hicieron un estimado de que había ocho mil vendedores, sin embargo, en la actualidad cree que superan los diez mil.
“Los vendedores que han surgido son estacionarios y no ambulantes, la mayoría se están dedicando a la venta de celulares y ropa”.
Impuesto
Al consultarle a Pineda sobre el monotributo, una nueva figura contemplada en el Código Tributario y con el que se busca incorporar al sector informal a la base tributaria, manifestó: “Estamos sorprendidos que digan que llegaron a un consenso con representantes de la economía informal, porque nosotros ni sabemos de qué trata”.
Agregó que están a la espera de saber cuál sería el monto del tributo único, ya que actualmente muchos de los comerciantes apenas ganan para sobrevivir.
Pormenorizó que en un día bueno pueden tener ventas de dos mil lempiras.
Miguel Gonzales, presidente de la Asociación de Vendedores (Asvasco), manifestó que es necesario que el Gobierno socialice el monotributo en el sector informal a nivel nacional.
Yolanda Pérez, presidenta de la Asociación Sampedrana de Vendedores de Mercadería y Alimentos (Asevemali), reconoció que en el comercio informal circulan millones de lempiras mensuales, pues los vendedores invierten un promedio mensual de L35,000 en mercadería. Algunos con más años de experiencia y una clientela extensa sacan préstamos hasta de L150,000 con tasas de interés del 20%. “Por pequeño que sea el negocio, la inversión no baja de 20,000 lempiras”.
Ganancias
Guillermo Altamirano, quien es economista, declaró que en la Capital Industrial el comercio informal mueve unos L280 millones mensuales en capital de trabajo tomando como referencia el número de vendedores y una inversión promedio de L35,000.
Altamirano explicó que, de acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el comerciante recibe una ganancia mensual que ronda en los L5,400, es decir unos L180 diarios. “Las ganancias que reciben los vendedores a penas les ajusta para sobrevivir y pagar lo indispensable”, aseveró.
Lo que significa que en al menos ocho mil vendedores se distribuyen unos L43 millones mensuales en ganancias.
El número de vendedores estacionarios y ambulantes ha crecido significativamente en los últimos cinco años. Se calcula que en ese tiempo, el número ha pasado de ocho mil a diez mil en la ciudad.
La rápida proliferación de los vendedores se evidencia en el cierre parcial de las calles y avenidas de la zona comercial. Los puestos de ropa, zapatos, frutas, verduras, accesorios para celulares, joyería de plata y acero inoxidable han inundado las vías sampedranas.
Los líderes de los buhoneros señalan que el crecimiento se debe, sobre todo, a la falta de empleo y soluciones concretas por parte de la alcaldía para ser reubicados en un espacio digno.
Claudia Pineda, presidenta del Sindicato Nacional de Comerciantes del Sector Informal de Honduras (Sincosih), manifestó que desde hace varios años hicieron un estimado de que había ocho mil vendedores, sin embargo, en la actualidad cree que superan los diez mil.
“Los vendedores que han surgido son estacionarios y no ambulantes, la mayoría se están dedicando a la venta de celulares y ropa”.
 Los puestos de ropa y zapatos son los que predominan.
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Al consultarle a Pineda sobre el monotributo, una nueva figura contemplada en el Código Tributario y con el que se busca incorporar al sector informal a la base tributaria, manifestó: “Estamos sorprendidos que digan que llegaron a un consenso con representantes de la economía informal, porque nosotros ni sabemos de qué trata”.
| Además
Muchos ciudadanos del interior del país llegan a la ciudad a ocupar calles del centro con sus ventas por la falta de empleo
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Pormenorizó que en un día bueno pueden tener ventas de dos mil lempiras.
Miguel Gonzales, presidente de la Asociación de Vendedores (Asvasco), manifestó que es necesario que el Gobierno socialice el monotributo en el sector informal a nivel nacional.
Yolanda Pérez, presidenta de la Asociación Sampedrana de Vendedores de Mercadería y Alimentos (Asevemali), reconoció que en el comercio informal circulan millones de lempiras mensuales, pues los vendedores invierten un promedio mensual de L35,000 en mercadería. Algunos con más años de experiencia y una clientela extensa sacan préstamos hasta de L150,000 con tasas de interés del 20%. “Por pequeño que sea el negocio, la inversión no baja de 20,000 lempiras”.
Ganancias
Guillermo Altamirano, quien es economista, declaró que en la Capital Industrial el comercio informal mueve unos L280 millones mensuales en capital de trabajo tomando como referencia el número de vendedores y una inversión promedio de L35,000.
Altamirano explicó que, de acuerdo con una encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el comerciante recibe una ganancia mensual que ronda en los L5,400, es decir unos L180 diarios. “Las ganancias que reciben los vendedores a penas les ajusta para sobrevivir y pagar lo indispensable”, aseveró.
Lo que significa que en al menos ocho mil vendedores se distribuyen unos L43 millones mensuales en ganancias.
