17/04/2024
09:43 AM

Más de 15,000 lámparas faltan en alumbrado público de San Pedro Sula

Parte de los sectores noreste y sureste están propensos a crímenes o a ser botaderos de cadáveres.

San Pedro Sula, Honduras.

La oscuridad que persiste en la mayor parte de San Pedro Sula por falta de alumbrado público es un arma más que utilizan los delincuentes que aprovechan la mínima oportunidad para atacar a personas inocentes.

En la ciudad hay un déficit superior a las 15 mil lámparas, según las autoridades del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Stenee).

Gran parte de los barrios y colonias se convierten en sectores inseguros para los residentes u otro tipo de personas que transitan por las calles sin iluminación. Asesinatos, violaciones y robos son los hechos que más se comenten en los sectores que carecen de alumbrado público, ya sea por falta de proyectos o el mal estado de las lámparas.

La 33 y la 27 calles, segundo anillo periférico, algunas calles de las colonias Calpules, Satélite, La Pradera, Chamelecón, entradas a la Rivera Hernández, carretera a Ticamaya, entrada vieja a La Lima y Los Cármenes, entre otros, son algunos lugares identificados como peligrosos porque no hay iluminación.

Edson García, presidente regional del Stenee, refiere que han hecho propuestas para que se comience un plan piloto para la iluminación pública de la ciudad. “Se aprobó un proyecto donde se iluminarían diez colonias en San Pedro Sula, con los fondos de la tasa de seguridad, y propusimos que nuestra misma gente de la Enee haga la instalación de las lámparas mientras salen los fondos del fideicomiso”, indica.

El representante del Stenee asegura que actualmente no hay ni una lámpara en las bodegas de la estatal. En el sector Chamelecón trabajan en un proyecto de iluminación porque la Usaid proporciona la logística.

Desde tempranas horas, el tráfico vehicular por el segundo anillo periférico es exagerado. En altas horas de la noche las personas que tienen que circular por la zona lo hacen con temor por la inseguridad, sobre todo, también, por la falta de patrullas.

“Toda la calle del segundo anillo es una pesadilla y el temor aumenta porque la carretera está en mal estado y son muchos los carros que caen en los baches y sufren desperfectos mecánicos. Quedarse en ese lugar es un atentado contra la vida por la oscuridad y por lo mismo ningún otro conductor quiere ofrecer ayuda”, dice el conductor Marvin Torres.

Manuel Alberto Calderón, director noroccidental de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), dijo que los sectores donde falta iluminación son más de riesgo a que se comentan actos delictivos. “Los delincuentes siempre evaden la presencia policial para cometer los delitos; pero hacemos lo posible por mantener patrullajes en las zonas de mayor incidencia de violencia”.

Las autoridades han gestionado reuniones con los jefes municipales y de la Enee para que desarrollen proyectos de prevención en los sectores Chamelecón y la Rivera Hernández. Calderón recomienda a la ciudadanía tomar sus propias precauciones y que eviten pasar por lugares solitarios; aunque se entiende que muchas veces las personas se ven obligadas a transitar por zonas oscuras, ya que son las únicas vía para llegar a sus viviendas.

Lo que más molesta a los pobladores es que en el recibo de la Enee aparece el cobro por alumbrado público y no cuentan con ese servicio. “Hacemos un llamado a los gerentes para que inviertan el dinero que cobran, porque no es un servicio gratuito, son millones de lempiras los que ingresan a la empresa y no vemos que sea retribuido”, dice la ciudadana Alma Villanueva.