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Luto por muerte de Concepción Valle

  • 12 febrero 2010 /

Dejando un gran legado a su familia y un vacío dentro de la comunidad católica, la dama Concepción Valle de Rodríguez falleció ayer en esta ciudad.

Dejando un gran legado a su familia y un vacío dentro de la comunidad católica, la dama Concepción Valle de Rodríguez falleció ayer en esta ciudad.

Los restos de doña Concepción son velados en Jardines del Recuerdo y hoy a las diez de la mañana se oficiará una misa en la iglesia San Vicente de Paúl, seguidamente será su sepelio en el Cementerio General, ubicado en el barrio Paz Baraona.

Doña Concepción era abuela de Lizza Bobadilla de Handal, gerente general de diario Diez y alta ejecutiva de Organización Publicitaria, S.A., OPSA.

Por ser una hija, esposa, madre y abuela excepcional, doña Concepción vivirá siempre en los corazones de quienes tuvieron la dicha de conocerla y convivir con ella, porque nunca tuvo reparos para brindar un consejo o extenderle la mano a quien la necesitara.

Admirable

Sus adoloridos parientes recuerdan que a sus 92 años seguía recitando con pasión sus poemas de la infancia, especialmente al árbol por ser su preferido.

“Fue una gran persona, tenía el ánimo para jugar con sus nietos y bisnietos. También era una gran costurera y amante de la cocina, alguien de quien se pueden tener los mejores recuerdos y sabemos que partió con la satisfacción de haber mantenido la unidad familiar”, dijo el abogado Afif Handal.

Doña Concepción Valle contrajo matrimonio con Alfonso Rodríguez Ruiz, con quien procreó una ejemplar familia integrada por Rosibel Rodríguez viuda de Bobadilla, René Alfonso y Pedro Arnoldo Rodríguez Valle.

Sus tres hijos, nueve nietos y once bisnietos tuvieron la oportunidad de disfrutar con ella gratos momentos.

Fiel a la Virgen de Lourdes, doña Concepción se aferró a su fe católica hasta en sus últimos momentos, así como su buen humor y lucidez.

Esta casa editora se suma a las muestras de pesar por el sensible fallecimiento y eleva plegarias a Dios para que el bálsamo de la resignación cubra a los dolientes.