Comayagua, Honduras.
Las autoridades municipales buscan desesperadamente 32 millones de lempiras para reactivar los colectores de aguas negras y lagunas de oxidación, ya que temen una epidemia por la contaminación.
Las fallas en el sistema sanitario de los villanovenses comenzó a presentarse en 2011 en los colectores que no evacuaban los desechos a las pilas de tratamiento. A medida pasó el tiempo se fue agravando la situación hasta que llegó el colapso.
Para empeorar el problema, entre 2014 y 2015 y ante las constantes lluvias y llenas del río Ulúa, estas quedaron azolvadas.
“Para dragarlas y reparar los colectores necesitamos 32 millones de lempiras, no los tenemos, estamos pidiendo apoyo a varias entidades del Gobierno y organismos internacionales para ejecutar esos trabajos que terminarían con la contaminación que afecta a Villanueva y municipios vecinos”, expresó Walter Perdomo, alcalde municipal.
Una de esas entidades es el Comité Permanente de Contingencias ( Copeco), cuyas autoridades han prometido dar su aporte para que a más tardar este año quede resuelto el problema y se normalice el servicio que en estos momentos se ha dejado de dar a más de 80,000 pobladores.
Perdomo agregó que planean hacer una alianza con empresas urbanizadoras que necesitan el sistema para hacer la inversión. “La idea es reactivar el sistema existente e instalar una estación de bombeo; además, la construcción de un bordo de contención para evitar que el agua del Ulúa las llene y las vuelva a azolvar”.
El funcionario explicó que lo más delicado de todo es que las aguas negras de la población de Villanueva se van en canales naturales que desembocan en el Ulúa, eso genera una mayor contaminación que afecta a Pimienta, San Manuel y El Progreso. “Temenos una epidemia”, dijo.
Luis Castro, habitante del lugar, calificó de preocupante la situación. “El caso es que esos contaminantes pueden llegar a los pozos de agua potable y eso generaría una serie de enfermedades”.
En los centros de salud se registra una considerable cantidad de casos de infecciones en la piel en niños; sus encargados creen que la causa podría ser por esos contaminantes.
Las autoridades municipales buscan desesperadamente 32 millones de lempiras para reactivar los colectores de aguas negras y lagunas de oxidación, ya que temen una epidemia por la contaminación.
Las fallas en el sistema sanitario de los villanovenses comenzó a presentarse en 2011 en los colectores que no evacuaban los desechos a las pilas de tratamiento. A medida pasó el tiempo se fue agravando la situación hasta que llegó el colapso.
Para empeorar el problema, entre 2014 y 2015 y ante las constantes lluvias y llenas del río Ulúa, estas quedaron azolvadas.
“Para dragarlas y reparar los colectores necesitamos 32 millones de lempiras, no los tenemos, estamos pidiendo apoyo a varias entidades del Gobierno y organismos internacionales para ejecutar esos trabajos que terminarían con la contaminación que afecta a Villanueva y municipios vecinos”, expresó Walter Perdomo, alcalde municipal.
Una de esas entidades es el Comité Permanente de Contingencias ( Copeco), cuyas autoridades han prometido dar su aporte para que a más tardar este año quede resuelto el problema y se normalice el servicio que en estos momentos se ha dejado de dar a más de 80,000 pobladores.
Perdomo agregó que planean hacer una alianza con empresas urbanizadoras que necesitan el sistema para hacer la inversión. “La idea es reactivar el sistema existente e instalar una estación de bombeo; además, la construcción de un bordo de contención para evitar que el agua del Ulúa las llene y las vuelva a azolvar”.
El funcionario explicó que lo más delicado de todo es que las aguas negras de la población de Villanueva se van en canales naturales que desembocan en el Ulúa, eso genera una mayor contaminación que afecta a Pimienta, San Manuel y El Progreso. “Temenos una epidemia”, dijo.
Luis Castro, habitante del lugar, calificó de preocupante la situación. “El caso es que esos contaminantes pueden llegar a los pozos de agua potable y eso generaría una serie de enfermedades”.
En los centros de salud se registra una considerable cantidad de casos de infecciones en la piel en niños; sus encargados creen que la causa podría ser por esos contaminantes.