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Los tesoros de don Rufino Galán

  • Actualizado: 07 febrero 2009 /

El SIGLO XX. Sume cinco o más décadas de explorar, investigar, colectar, proteger y tendrá una de las colecciones privadas más ricas y eclécticas del país.

El SIGLO XX. Sume cinco o más décadas de explorar, investigar, colectar, proteger y tendrá una de las colecciones privadas más ricas y eclécticas del país.

En enero, don Rufino alcanzó la octava década de su vida; una vida dedicada a proteger el pasado de Trujillo. Comenzó a coleccionar desde que era joven; inició con piezas precolombinas, posiblemente pech, para luego continuar con objetos de la época colonial, la independencia y los albores del siglo XX. Su colección privada, debidamente registrada ante el Instituto Hondureño de Antropología e Historia, es sin duda, una de las más grandes y variadas del país.

Ubicado a pocas cuadras del antiguo cementerio de Trujillo, el museo del señor Galán contiene tal vez, varias miles de piezas. Desde restos de aviones caídos y antiguos faroles, pasando por huesos de animales prehistóricos, espadas y cañones coloniales o simplemente, cartas y fotografías de pasados personajes nacionales.

Rufino Galán es uno de esos personajes que trascienden una vida. En la misma que se ha enfrentado a decenas de enemigos, algunos gratuitos, opuestos a su celosa actitud por preservar las fascinantes historias de los mil y un objetos. ¿Qué lleva a un hombre a dedicar toda una vida en busca de recuerdos? Quizá, porque son más que recuerdos; son detalles que representan la historia de este rincón de Honduras.

Trate de visitar a don Rufino la próxima vez que visite Trujillo. Vaya con tiempo y escúchelo, porque la mayoría de las piezas carecen de cédula que las explique. Sólo él le podrá platicar de su procedencia e importancia.

Y cuando termine, tome rumbo al último paraíso de la Costa Norte de Honduras: Campamento. Son las playas más bellas de Honduras.

¿Dónde comer?

La semana pasada le comenté sobre Casa Alemania; no la olvide. Pero si desea probar una de las mejores cocinas garífunas de toda la costa norte de Honduras, debe de ir a Santa Fe; un pequeño poblado ubicado a unos treinta minutos de Trujillo, adelante de Campamento. Ahí pregunte por el restaurante El Caballero (o si lo prefiere Pete´s Place).

Vale la pena el viaje, pero sepa que los lunes no abren.

¿Dónde comer?

Campamento está a 16 kilómetros de la ciudad de Trujillo, sobre la playa. Atrás del parque central se encuentra la estación de policía. Pase frente a ella y baje la calle hasta la playa. Tome a su izquierda y llegará al barrio Cristales. Atraviéselo y no tardará en llegar a Campamento. Un letrero de lado izquierdo le da la bienvenida. Más adelante está Santa Fe. Es conveniente ir en un vehículo de doble tracción.

¿Dónde dormir?

Usted tiene dos extraordinarias opciones para dormir en Campamento. La primera es Tranquility Bay; apenas tres o cuatro cómodas cabañas manejadas por Jim y su esposa Gloria.

Como su nombre lo indica, es el lugar perfecto para perderse del mundo, justo con la persona indicada. El hotel es simplemente ideal en las playas más bellas de Honduras (junto con las de Punta Sal) y completamente solas. Y por favor, pruebe la pizza de Jim: yo no lo pude hacer y todos aseguran que son para chuparse los dedos!

Tel. 9928-2095 email: james_bowers@sbcglobal.net

Al lado de Jim, está el hotel y restaurante Campamento, de don Arturo y su esposa Orleis. Cabañas, piscina y la misma bella playa. Enfocado más a familias y grupos pequeños, el sitio es realmente relajante.