Existen destinos turísticos que por sus atractivos, cercanía o accesibilidad económica son los más visitados por los hondureños y extranjeros.
El reciente aumento en la oferta de vuelos nacionales ha abierto al turismo a lugares como las Islas de la Bahía y las más importantes ciudades con sus rutas hacia otros lugares que invitan al relax y la exploración. En la ciudad maya de Copán, reconocida como Patrimonio Mundial por la Unesco, destacan un campo de juego de pelota, la Acrópolis y la Escalera de Jeroglíficos.
Aunque es más visitado por los extranjeros, es cada vez mayor el número de hondureños que se interesan por conocer los vestigios de la desaparecida civilización maya. Otro lugar de gran interés es el parque nacional Montaña de Cusuco, donde habita el ave quetzal y otras especies en peligro de extinción como el venado cola blanca.
Los amantes del submarinismo o snorkell encuentran en Islas de la Bahía el paraíso perfecto. En muy pocos lugares del mundo podrá el turista disfrutar de una fauna y una flora marina tan abundante como la que encontrará aquí, ni mucho menos podrá disfrutar de la segunda barrera de coral más grande del mundo.
Las cataratas de Pulhapanzak son una imponente caída de agua de 43 metros que se encuentra a 17 kilómetros al norte del lago de Yojoa. En este lugar se puede vivir una experiencia un tanto única, si llega cerca de la cascada se recomienda hacerlo con guías turísticos, pues el agua que rebota en las rocas tiene mucha fuerza.
A una hora y minutos de San Pedro Sula y a tres horas de Tegucigalpa se encuentra el lago de Yojoa, uno de los sitios más visitados por los hondureños por su situación geográfica y el pescado frito con tajadas de plátano verde que ofrecen sus negocios.
Los hondureños ofrecen una variada y colorida artesanía que el visitante puede obtener en los principales sitios de interés turístico como en Valle de ángeles, un pequeño poblado localizado a 26 kilómetros de Tegucigalpa, la capital de Honduras.
Antes de llegar a Valle de ángeles el turista puede hacer una escala en la pintoresca comunidad de Santa Lucía, famosa por la variedad de sus flores y calles empedradas. Sus pobladores se han dedicado al cultivo de flores, motivo por el cual encontrará el forastero una gran cantidad de de ellas decorando los jardines de las casas coloniales dándole un aire muy agradable y pintoresco al poblado.
De Tegucigalpa hacia el sur el viajero disfruta del sabor rural de muchas comunidades como Ojojona ubicada en un pequeño valle, rodeado de montañas con abundantes pinares. Así la aventura puede continuar por todo el país.