El Gobierno aplicará un “plan de seguimiento de presupuesto” orientado a supervisar cada mes la ejecución del presupuesto en todas las instituciones del Estado. Esto se debe al bajo índice de ejecución presupuestaria de los funcionarios en las diferentes secretarías de Estado.
Sólo el año anterior, unos 1,800 millones de dólares -cerca de 35,000 millones de lempiras- que recibió Honduras por medio de la cooperación y el financiamiento de los organismos de crédito internacional, no fueron invertidos por deficiencias de ejecución en las secretarías.
La iniciativa busca elevar la ejecución de los recursos públicos mediante un control de gestión por resultados que obliga a los ministros, directores y demás funcionarios de alto rango a entregar un informe de seguimiento mensual sobre los niveles de ejecución presupuestaria.
“Seguiremos la ejecución y yo diría que a la secretaría que no pueda ejecutar hay que quitarle el dinero y dárselo a otra que pueda ejecutar.
Hay tantas necesidades que no tiene sentido”, cuestionó Lobo Sosa en la reunión de Consejo de Ministros.
Según el titular de Planificación, Arturo Corrales, si en 2011 se ejecutan adecuadamente los 133,000 millones de lempiras presupuestados, habrá un impacto positivo en la economía en Honduras.
“Tenemos que 133,000 millones de lempiras es el presupuesto del Gobierno; es un tercio del PIB. Si ese dinero lo manejamos bien y lo hacemos circular bien, lo ejecutamos y produce resultados, el impacto en la economía será sin precedentes”, sostuvo el funcionario.
El titular de Finanzas, William Chong, señaló que secretarios de Estado han introducido operaciones sin respaldo en el Sistema de Administración Financiera Integrada, Siafi, por lo que recomendó corregir inmediatamente la anomalía.
Lobo regaña a ministros
En la sesión de Consejo de Ministros, el presidente Lobo regañó a los funcionarios por “chatear” y hablar por teléfono durante las sesiones.
Lobo se vio obligado ayer a interrumpir algunos minutos la reunión porque varios de sus funcionarios no estaban poniendo atención a la exposición del comisionado presidencial de religión y culto, Carlos Portillo. “Es lamentable... sé que ustedes tienen una gran capacidad, pero tengo un problema, soy muy limitado, o estoy poniendo atención a lo que está hablando cualquier compañero o estoy en el teléfono. Aquí todos debemos aportar y me preocupa que no haya ese sentido de equipo”, cuestionó Lobo.
Lobo recomendó a sus funcionarios buscar un lugar donde dejar sus teléfonos y sus iPads “porque éste es un espacio corto. Sólo les pedimos dos horas a la semana y todavía tienen diez minutos para hablar, o sea, sólo una hora y 50 minutos para Honduras. Creo que no es mucho”, dijo visiblemente molesto el mandatario.