“Los genes cargan el arma y el estilo de vida jala del gatillo”, reza una célebre frase que resume la historia de Nasser Isa José Hilsaca, comerciante ceibeño de 56 años, atrapado en un cuerpo de 630 libras y en una carrera contrarreloj por recuperar su salud.
Esta frase se relaciona con la obesidad, ya que solo un 5% de los casos a nivel mundial se deben a factores genéticos. Según estudios, la mayoría responde a los hábitos alimenticios elegidos.
Eso es precisamente lo que vive Nasser Hilsaca. Sus años de desórdenes alimenticios hoy le pesan: sufre una obesidad mórbida que lo tiene postrado en una cama del hospital Atlántida de La Ceiba, luchando por recuperar su vida.
Su condición le ha provocado otras enfermedades como, úlceras, insuficiencia renal y celulitis en un área extensa, que tratan los médicos Ángel Fiallos, Jorge Guardado, Óscar Guerra y el nefrólogo Edward Girón, así como el doctor Murcia.
Sus padres llegaron de Palestina
Nasser nació un 5 de julio de 1968 en Tegucigalpa, sus padres, Isa José Hilsaca y Mirian Hilsaca, fallecidos el 16 de marzo de 2016 y el 6 de septiembre de 2020, respectivamente, nacieron en Palestina. Siendo muy jóvenes llegaron a Honduras huyendo de la guerra en el Medio Oriente y se establecieron en Comayagua, zona central de Honduras.
En 1972, cuando Nasser tenía cuatro años, sus padres se trasladaron a vivir a La Ceiba. Días después abrieron una tienda de telas llamada La Nueva, que cerró tras su fallecimiento. Ambos están sepultados en el cementerio del barrio Inglés.
Nasser es el menor de los cuatro hijos que tuvieron don Isa y doña Mirian. Su hermana Ángela falleció en 1971, a los ocho años, tras sufrir un golpe en la cabeza por una caída. Nimer murió de cáncer el 29 de mayo de 2017, y Basima, la mayor, tiene actualmente 58 años.
Basima Hilsaca también enfrenta obesidad como resultado de un trastorno alimenticio. Hoy, con un peso aproximado de 300 libras, permanece inmovilizada en una cama de su hogar en la colonia Miraflores, en La Ceiba.
¿Cuándo comenzó a engordar?
Nasser Hilsaca cursó sus estudios de primaria en la escuela Francisco Morazán de La Ceiba. Sus excompañeros lo recuerdan muy delgado.
"Conocí a Nasser en la escuela, tenía como nueve años, era muy flaco y junto a otros compañeros se iban a la panadería Zornita que estaba cerca de la escuela y se comía seis "matamorenos" de un solo, de esos que se llaman pan de pan", recordó Fracisco Gutiérrez un excompañero de escuela que no da crédito al tamaño que alcanzó.
Nasser, quien nunca se casó ni tuvo hijos, estudió la secundaria en el instituto San Isidro, graduándose de bachiller en Ciencias y Letras. Desde que comenzó a trabajar lo hizo comercializando diversos productos hasta la fecha.
Su hermana Basima recuerda que Nasser comenzó a ganar peso alrededor de los 15 años. Una fotografía exclusiva a la que tuvo acceso diario LA PRENSA lo muestra, a los 12, como un jovencito delgado.
"Nasser no era gordo, hasta en su adolescencia comenzó a engordar, de niño era un huesito, ha sido por la alimentación, pero tiene que ponerse a dieta, le dijo Basima a diario LA PRENSA.
El histórico e inédito descenso
Cuando la pandemia de la covid-19 llegó a mediados de 2020, Nasser Hilsaca se trasladó a su apartamento en el tercer piso de un edificio situado en la avenida Atlántida, frente al mercado San Isidro.
El confinamiento y la dificultad para bajar las gradas debido a su condición de obeso, sumado a problemas en su salud, hicieron que ya no bajara más. Antes de 2020 se le podía ver caminando por el centro de La Ceiba, aunque con dificultad por su gordura.
"Nasser se complicó hace unos tres años a raíz de una caída que se dio, además de problemas psicológicos y el estrés", manifestó su hermana Basima.
El domingo 22 de junio Nasser Hilsaca vio como su salud empeoraba y lanzó un SOS. El médico, que lo atendía en su domicilio, recomendó que había que trasladarlo de emergencia a un hospital.
Desde ese día comenzó el dilema: cómo sacarlo del cuarto, considerando su gran tamaño y la altura en que se encontraba. Las personas que lo cuidaban recurrieron al Cuerpo de Bomberos para poder trasladarlo.
La única opción era bajarlo con una grúa por la parte exterior del edificio. La mañana del lunes 23 de junio comenzó la riesgosa operación de rescate. Tras cuatro horas de intensa labor —que incluyó retirar puertas y barandas de hierro— Nasser fue trasladado con éxito desde una altura de aproximadamente 20 metros.
Fue trasladado al hospital Atlántida sobre una rampa remolcada por un vehículo del Cuerpo de Bomberos. "Me siento bien, aquí me están atendiendo bien", dijo desde su lecho de enfermo.
Es el primer caso registrado en el país de un descenso de una persona con ese nivel de obesidad. Fue una verdadera hazaña para el Cuerpo de Bomberos de La Ceiba.
En la operación también participaron paramédicos del 911 y personal de enfermería del hospital, quienes cuidaron en todo momento la salud de Nasser Hilsaca, un reconocido comerciante ceibeño que mantiene viva la esperanza de vencer la obesidad.