Este lema ha inspirado a los integrantes del heroico y benemérito Cuerpo de Bomberos de Honduras, que hoy conmemora su fecha fundacional, desde su creación en 1955 hasta la actualidad, con una trayectoria distinguida que es agradecida y reconocida por sus compatriotas. Ha estado presente desde aquella fecha en labores de prevención, rescate e investigación en accidentes, incendios, desastres naturales, siniestros, calamidades públicas, siempre alertas, imbuidos de un admirable y ejemplar espíritu de servicio y entrega a sus comunidades y semejantes, a cualquier hora del día o de la noche, siempre alertas.