El gravado en las piedras es el único indicio que muestra una mínima parte de la historia de la poza de agua más famosa de Honduras.
La llaman el balneario de Los Tres Presidentes y sigue siendo visitada por hondureños y extranjeros gracias a sus frescas aguas y la añeja historia que cuenta cómo tres miembros de una familia llegaron a ser presidentes de la República.
La historia ha sido contada a muchas generaciones. Tres ex presidentes de Honduras, durante su niñez y en épocas diferentes, jugaban y rebozaban en las aguas del río Plátano que pasa al norte de la villa de Pinalejo, en Quimistán.
Pese a que ya pasaron más de 100 años desde que el joven Luis Bográn fuera el primero en divertirse en esas aguas, aún se cuenta su historia.
Los ex presidentes fueron tres primos hermanos. Gracias a sus estudios llegaron a convertirse en dignatarios de la República.
Luis Bográn fungió como presidente desde 1883 al 1891; Francisco Bográn de 1919 al 1920 y Miguel Paz Baraona de 1925 a 1929, los primeros eran hermanos y primos de Paz Baraona éste contemporáneo de Francisco y juntos se daban chapuzones en la poza.
Quienes viven cerca del río cuentan la historia de los Bográn Baraona. Cuando es Semana Santa o cuando el calor es sofocante, los tres presidentes reviven en la poza, la cual aún está rodeada por los verdes pinares que no ha dañado el gorgojo.
Familia
Los lazos familiares eran estrechos entre los tres dignatarios. El padre del general Luis Bográn fue Saturnino Bográn Bonilla, quien murió cuando éste tenía 20 años.
Don Saturnino contrajo matrimonio dos veces. La primera vez con Gertrudis Baraona, de cuyo matrimonio nació el presidente Luis Bográn.
Doña Gertrudis, estando en su lecho de muerte, le pidió a su esposo que se casara con su hermana Saturnina Baraona para que cuidara a sus hijos Luis y Agustina.
Del matrimonio de los dos Saturninos nacieron varios hijos, entre ellos Francisco Bográn Baraona, el segundo presidente de la familia.
En verano, la poza de los presidentes es el principal atractivo turístico de Quim.
Se pierde la historia
Así que hubo tres hermanas Baraona, las cuales fueron madres de tres ex presidentes de la República de Honduras. El general Luis Bográn y el doctor Francisco Baraona, eran: hermanos de padre y primos hermanos de madre.
“Si las autoridades no hacen algo por preservar la rica historia de Pinalejo, ésta podría desaparecer en pocos años”, aseguró el secretario del instituto de educación media Miguel Paz Baraona, Sergio Reinaldo Villado.
La casa donde llegó al mundo el doctor Paz Baraona, aún está en pie y fue declarada museo por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia.
Hoy está abandonada y sus paredes, testigos mudos de la vida del que se convirtiera en el último presidente de la familia, sólo se observan vulgares grafitis de personas que desconocen el rico valor histórico de la casa.
Cercada con alambre de púas, los enormes hoyos de la cerca sólo son muestras de la indiferencia de las autoridades.
Villado explicó que a muchos se les ha ocurrido demolerla para convertirla en biblioteca pública pero la mayoría de residentes se oponen porque su intención es que el Estado preserve el legado del “padre de la democracia”.
Esta área era la favorita de los tres ex presidentes durante su juventud.