Exactamente 2,241 kilos de cocaína incautaron las autoridades durante los primeros siete meses del 2020 en distintas regiones de nuestro país.
También informaron que hasta el cierre de julio destruyeron 22 pistas de aterrizaje clandestinas, frenando así el flujo libre de drogas y armas en el territorio nacional.
Los operativos han sido realizados en coordinación con agencias de investigación del Ministerio Público, Fiscalía Contra el Crimen Organizado, la Agencia Técnica de Investigación Criminal y las Fuerzas Armadas en el marco de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), con la colaboración de países amigos.
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Según informes de los entes de Seguridad del Estado, entre julio pasado e inicios de agosto incautaron más de 1,700 kilos de cocaína.
![]() Gracias a Dios es uno de los sitios que más utilizan los narcos para pasar su mercancía.
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“El compromiso ha sido devolver la paz y tranquilidad al pueblo hondureño. La pandemia no detiene a las autoridades para seguir dando duros golpes al narcotráfico'. señaló en sus redes sociales el presidente Juan Orlando Hernández.
El narcotráfico desde muchos años
Es a finales de la década de los 70 cuando se dan las primeras señales de la presencia del narcotráfico en Honduras. Hasta esos años la actividad era desconocida para los hondureños, pero llegó con tal ímpetu que ha sumergido a zonas completas en la violencia y se infiltró en los sectores policiales, militares y políticos.También: Ocho instituciones del Estado se suman al proceso de reactivación
Las Cortes del Distrito Sur de Florida, Distrito Sur de Nueva York y Distrito Este de Virginia en Estados Unidos, se han encargado de castigar el operar de los narcotraficantes, los vínculos que establecieron, las empresas que montaron para lavar el dinero y las ganancias que obtuvieron.
Sin embargo, varios han entrado en procesos de negociación para bajar las penas máximas, hoy en esos casos es común encontrar que son testigos contra sus mismos compinches.
Atrás dejaron las pomposas fiestas, derroche y lujos. Su poder se terminó, aunque sus lugartenientes han ocupado sus posiciones para seguir en el millonario negocio de las drogas.