Para las tres de la tarde de hoy está programada la audiencia en la que se emitirá el fallo para determinar la responsabilidad de los cuatro acusados de la masacre de Chamelecón, ocurrida el 23 de diciembre de 2004.
El juicio es uno de los casos que más ha acaparado la atención de litigantes, autoridades policiales y de la ciudadanía en general.
Los imputados son Juan Carlos Miralda Bueso, alias “Pantera”; Darwin Alexis Ramírez, alias “Chele Sula”; además de Wilson Geovanny Gómez y Óscar Fernando Mendoza, quienes serán sentenciados por los jueces Norma Iris Coto, Guillermo López y Ricardo Pérez, de la sala B.
Sobrevivientes
Desde el inicio del juicio oral, el 8 de enero del presente año, los fiscales Benjamín Lavaire y Omar Menjívar aportaron un sinnúmero de pruebas entre las que resaltaron las testificales de los sobrevivientes de la masacre.
También presentaron pruebas de agentes policiales y de la Dirección General de Investigación Criminal, Dgic, así como las autopsias de los 28 cadáveres, en los que se constató que el promedio de balazos recibidos en cada cuerpo fue de unos seis impactos.
“Nuestras mejores pruebas son las de varios testigos presenciales del suceso, pues se conducían en el interior del bus, aunque durante el juicio oral y público fueron pocos los que testificaron, por temor a cualquier tipo de represalias”, informó el fiscal Lavaire.
Al inicio la Fiscalía contaba con la presencia de 26 testigos, pero sólo se presentaron seis; sin embargo, tres establecieron alguna identidad contra Juan Carlos Miralda, alias “Pantera”, y contra Darwin Alexis Ramírez, alias “Chele Sula”.
Además de una mujer y un niño, víctimas del hecho, quienes también relataron la identidad de los imputados por su notorio mechón de pelo y de “Chele Sula” por su contextura y color de piel.
Contra Wilson Geovanny Gómez y Óscar Fernando Mendoza, originarios de Comayagua, la Fiscalía no estableció pruebas ni relación con la masacre, así como nexos de asociación ilícita o de índole pandillera, por eso solicitaron a los jueces su absolución y pidieron que sólo se condenara a “Pantera” y al “Chele Sula”.
Aunque hay dudas sobre la sentencia de la “Pantera”, el dictamen reveló que éste se encontraba en su casa ese día, y tenía una herida en una de sus piernas.
Inconsistencias
La defensora Karlen Rivera manifestó que los jueces podrían absolver hoy a los cuatro imputados.
“Los defensores no vemos probabilidades de alguna condena por la inconsistencia y debilidad de las pruebas de la Fiscalía, la mala investigación de la Dgic y la serie de contradicciones de sus testigos”, aseguró Rivera.
Agregó que si la Fiscalía pide la absolución de los dos imputados de Comayagua “significa que las absoluciones deben ser a favor de todos porque, según las autoridades policiales y de investigación, la planificación de la masacre comenzó en ese lugar”.
Hoy se sabrá si el asesinato de los pasajeros que se conducían en el bus de la ruta Ebenezer de Chamelecón quedará en la impunidad o no.
Víctimas
28 inocentes pasajeros
Fallecieron en aquel fatídico 23 de diciembre de 2004. Sus familiares piden justicia.

La Fiscalía contra el Crimen Organizado presentó algunos testigos protegidos, quienes fueron sus mejores pruebas.
El juicio oral de la masacre de Chamelecón es uno de los que más ha durado en el devenir de los debates públicos, aseguran los empleados judiciales. Inició el 8 de enero.
Dictamen médico favorece a 'Pantera'
Entre las pruebas presentadas por la Defensa Pública resaltan la evaluación y el dictamen médico de un reconocido ortopeda local, quien estableció que Juan Carlos Miralda, alias “Pantera”, tres meses antes de la masacre fue intervenido quirúrgicamente de una operación en su rodilla izquierda. En septiembre recibió un balazo en la rodilla por parte de los policías y el 23 de diciembre se quitó el yeso.
“El ortopeda dijo a los jueces que tras una operación de rodilla, a los tres meses era casi imposible que cualquier persona pudiera saltar con normalidad desde un vehículo, luego correr y subirse a un bus para cometer una masacre”, aseguró la defensora Ana Ilsa Marilú Torres.
Los implicados
Óscar Fernando Mendoza
Comayagüense
La Policía lo detuvo en Comayagua al vincularlo como una de las personas que supuestamente planificó la matanza. Un testigo protegido, no presentado durante el juicio oral y público, aseguró que “Mendoza” fue uno de los cabecillas de la planificación de la masacre. Su defensa expone que la Policía lo detuvo por ser homónimo de un pandillero fichado también como Óscar Mendoza.
Darwin Alexis Ramírez
Alias “Chele Sula”
Se le decomisó un vehículo de paila similar al que conducían los autores de la masacre. Los fiscales dicen que en la paila habían pertrechos o casquillos y pizcas de sangre similares a los encontrados en la escena del crimen y aseguran que la tierra de las loderas es similar a la de Chamelecón. La Defensa Pública alega que las pruebas contra Ramírez fueron contaminadas por los agentes policiales.
Wilson Geovanny Gómez
Comayagüense
Al parecer fue detenido por “pesquisón”, pero según los testigos de la Fiscalía, se le vio en varias ocasiones en la colonia San Blas de Comayagua, donde se planificó la masacre. Para la Defensa Pública, Gómez cayó por buscar a un tío que había sido detenido en un operativo policial, pero luego fue dejado en libertad. Fue recapturado por llevar un refresco a otro de sus amigos que estaba detenido.
Juan Carlos Miralda Bueso
Alias “Pantera”
Testigos presentados por la Fiscalía aseveran haberlo visto horas antes del suceso con una arma larga entre sus piernas en la cancha de fútbol ubicada en las cercanías del sitio donde ocurrió el hecho. Otros dicen que en Comayagua, donde se planificó la masacre. Los testigos de la defensa dicen que en Jutiquile, Olancho le quitaron el yeso el día en que aconteció la masacre en Chamelecón.
Fallecido
Juan Bautista Jiménez
Alias “El Pájaro”
Fue identificado por un testigo clave de la Fiscalía como una de las personas que planificó la masacre. Fue remitido a la Penitenciaría Nacional el 18 de enero de 2005 en horas de la noche, pero en la madrugada del día siguiente fue encontrado sin vida en el interior del mismo recinto penal. Había sido condenado por asesinato, portación ilegal de armas, tentativa de asesinato y asociación ilícita.