Cientos de jóvenes se unieron ayer en esta capital a la protesta pacífica en contra de la violencia que azota al país.
Diversas organizaciones juveniles se sumaron a la cadena humana que inició en el mirador del estadio de pelota Lempira Reina, a inmediaciones del Estadio Nacional, a las 9:00 am.
Posteriormente, los jóvenes marcharon tomados de la mano hacia los bajos del Congreso Nacional para montar un plantón.
“Nos unimos para exigirle al Gobierno, al Congreso Nacional, al Ministerio Público y a la Policía, una depuración. Ya no aguantamos la violencia”, dijo Carlos Villatoro, uno de los asistentes.
Los manifestantes reclamaron por la inseguridad que impera en Honduras y que ha llenado de luto a miles de hogares.
En la concentración que hicieron frente a la sede del Poder Legislativo también exigieron una “depuración total” de la Policía Nacional, al recordar que al menos ocho agentes de la institución han sido implicados en el asesinato de dos universitarios el 22 de octubre pasado, en Tegucigalpa.
Uno de esos jóvenes era hijo de la rectora de la Unah, Julieta Castellanos.
“Están muriendo jóvenes, están muriendo abogados, periodistas. Pedimos un alto al fuego”, clamaron los asistentes.
La cadena humana fue convocada por el Movimiento Jóvenes contra la Violencia, con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la situación de violencia e incidir para que la prevención sea tema de prioridad nacional.
Anteayer, el Colectivo Atlantis organizó el II Festival por la Paz Facundo Cabral, en el estacionamiento de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Unah, en el que participaron 18 grupos y artistas nacionales.
Anteriormente, los movimientos juveniles han realizado otras actividades como vigilias y marchas en contra de la violencia y a favor de la paz.