Un californiano de 23 años, Joey Chestnut, devolvió el sabor de la victoria a Estados Unidos al comerse un récord mundial de 66 salchichas en 12 minutos, arrebatando un invicto de seis años al japonés Takeru Kobayashi.
Alineados a lo largo de una mesa de diez metros frente a los árbitros, los 17 gladiadores del esófago que participaron este año buscaron con diferentes técnicas engullir una máxima cantidad de hot dogs, alentados por los gritos de entusiasmo de unas 50 mil personas que, según la policía, asistieron al evento.
De principio a fin
Chestnut dominó la contienda desde el principio y mantuvo su ventaja comiendo salchichas más rápido que el nipón, supuestamente afectado por un problema en la mandíbula tras la reciente extracción de una muela, pero impuso una marca de 63 salchichas ingeridas.
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Faltando sólo tres minutos, el japonés se puso casi a la par de Chestnut y su último intento por descontar la ventaja concluyó en un vómito que contuvo con la mano.