Un informe presentado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) al Congreso Nacional
revela que en 2012, al igual que en la actualidad, los periodistas ejercen la profesión bajo condiciones de alto riesgo.
La muerte violenta de nueve comunicadores sociales, el secuestro de uno de ellos, amenazas de muerte, atentados, agresiones, persecuciones y la impunidad de cada uno de los casos refleja la vulnerabilidad en la que se encuentra la prensa en el país.
Para Ramón Custodio, titular del Conadeh, el ejercicio del periodismo en el país se ha convertido en una profesión de alto riesgo.
El informe sobre la situación de los derechos humanos en 2012 destaca que en 35 meses de gestión del actual Gobierno, al menos 27 comunicadores sociales perdieron la vida en forma violenta, cantidad que representa el 79% del total de homicidios ocurridos contra miembros del gremio de periodistas, desde el año 2003.
El informe señala además “las declaraciones improcedentes e inapropiadas de las autoridades del Gobierno encabezadas por el propio presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, en contra de la libertad de expresión”.
“Cuando se ataca a medios de comunicación, que basados en un periodismo investigativo únicamente le dicen la verdad y mantienen informado al pueblo hondureño de lo que ocurre en el país. Hay un retroceso en el país principalmente por la intolerancia de quienes ejercen el poder”, expresó Ramón Custodio.
Ambiente hostil
Las amenazas, muertes y secuestros contra periodistas van en aumento, desde marzo de 2009 a la fecha.
El Conadeh registró cinco secuestros: uno contra el hijo de un periodista, otro contra un propietario de medios de comunicación, dos contra periodistas que ejercían su profesión al momento del secuestro y otro que también era profesional del derecho y se dedicaba a su propio negocio.
De esta radiografía de la inseguridad para la prensa, Francisco Morazán reporta el asesinato de 10 periodistas y comunicadores sociales, seguido por Cortés, con seis; Atlántida, con tres; dos en Olancho, dos en El Paraíso, dos en Colón, uno en Yoro y uno en Lempira.
El informe
La violencia también alcanza y tiene como víctimas a periodistas y medios de comunicación, lo que representa una franca amenaza a la libertad de pensamiento y de expresión.
“Es lamentable que el ejercicio periodístico, practicado en forma ética, responsable e independiente, se haya convertido en una profesión de alto riesgo en Honduras.
Lejos de actitudes de intolerancia a la crítica, las autoridades gubernamentales deben brindar protección a esos periodistas valientes, ocupados en la investigación de temas como el accionar del crimen organizado y los actos de corrupción gubernamental, con lo cual no solo ponen en riesgo su vida, sino que hasta la de sus familiares”, dice el informe.
Para el Conadeh es motivo de preocupación, la negligencia de los entes encargados de investigar, requerir y juzgar, ya que hasta ahora un solo hechor, de los 34 casos de comunicadores sociales muertos violentamente, desde 2003 a la fecha, ha sido condenado, mientras la impunidad cubre al resto de los asesinatos que se han cometido en el país.