Un nuevo atentado golpeó ayer el centro de Bagdad causando la muerte a por lo menos 30 personas cerca de un mercado de libreros muy frecuentado, pese al nuevo plan de seguridad puesto en marcha por las fuerzas iraquíes y estadounidenses.
En el ámbito diplomático, el ministro de Exteriores iraní, Manuchehr Mottaki, dejó entrever ayer que su país participaría en la conferencia regional sobre Irak el 10 marzo en Bagdad.
La capital iraquí volvió a enlutarse por un atentado en el epicentro de la vida cultural de Bagdad, donde se hallan mumerosas librerías de segunda mano.
Un coche bomba explotó en la calle Muthanabi, en la orilla Este del Tigris, en el barrio de Bab al Muadham, con al menos 30 muertos y 65 heridos, entre ellos mujeres y niños.
Centenares de páginas de libros se levantaron hacia el cielo en medio de una inmensa columna de humo blanco, según explicaron los testigos.
Tras la explosión, la calle Mutanabi estaba repleta de restos humanos y escombros.
Hecho
Lugar de meditación
“Destruir libros, es todavía peor que matar a gente porque las personas tienen una vida limitada, pero un libro se puede consultar siempre”, dijo consternado Naim al Shatry, un empleado de una librería.