Los capitalinos dedicaron un tiempo de reflexión, arrepentimiento y renovación espiritual al inicio de la Cuaresma, que marca el calendario católico como Miércoles de Ceniza.
José Vicente Nácher Tatay, arzobispo de Tegucigalpa, celebró la misa del Miércoles de Ceniza con un mensaje de esperanza enviado por el papa Francisco.
“Caminemos juntos”, nos ha pedido el Papa. Él, que está ahora mismo postrado, pero que sigue peregrinando, sabiendo que su camino y el nuestro tienen una meta: la vida plena en Jesucristo Resucitado”, indicó en su prédica el religioso.
Cientos de católicos de todas las edades que asistieron a la Catedral Metropolitana de Tegucigalpa San Miguel Arcángel escucharon con atención el mensaje del arzobispo.
“El Evangelio del Miércoles de Ceniza nos recuerda la sana interioridad y la auténtica exterioridad con la que vivir nuestro ayuno, oración y limosna”, expuso el sacerdote. Muchos cristianos católicos dibujaron en su frente una cruz de ceniza como símbolo de arrepentimiento y reflexión espiritual.
“Con el signo de la ceniza e iniciando la Cuaresma, nos abrimos hoy a la entrañable misericordia de Dios”, mencionó Nácher en su mensaje.
La ceniza que se coloca en la frente de los creyentes está hecha de las palmas del anterior Domingo de Ramos, que se guardan hasta el Miércoles de Ceniza.
“Esta Cuaresma, caminemos juntos en la esperanza que no defrauda”, dijo José Vicente Nácher Tatay, reiterando su llamado a los católicos a sostener el camino sin adormecerse.